En marzo los números de la industria y la construcción fueron muy contractivos respecto de un año antes. En abril hubo un primer indicio de más demanda. Qué factores podrían empujar la actividad.
La industria y la construcción, dos sectores decisivos en la actividad económica y la generación de empleos en todo el país, registraron en marzo números peores a lo esperado por empresas y estudios privados en la comparación interanual y volvieron a poner un manto de duda sobre la fuerza que podría tener una recuperación en los próximos meses.
El Gobierno aferra su expectativa a la reacción del consumo, a partir de la persistencia de la desaceleración de la inflación y el inicio de la recuperación de los salarios y jubilaciones en términos reales.
Flota, en ese contexto, la pregunta entre las consultoras privadas: ¿Será suficiente para empujar hacia arriba la actividad y revertir la recesión? Para algunos analistas todavía faltan muchos elementos para que el terreno esté allanado para un ciclo distinto. No solo señales de ordenamiento macroeconómico sino otros que incentiven la inversión productiva, como la aprobación del régimen de grandes inversiones (RIGI) que todavía debe ser aprobado en el Senado y que tiene varios cuestionamientos de los bloques opositores.
También se plantean otras dudas que no dependen del Congreso, como el levantamiento del cepo cambiario. Una lectura que hacen en algunos despachos oficiales es que, contrariamente a lo que sobrevuela como expectativa, el desarme podría ser mucho más gradual que repentino, a diferencia de lo que sucedió durante el inicio del gobierno de Cambiemos.
El Poder Ejecutivo eligió sostener la mayor parte de los controles cambiarios para asegurarse que la masa de pesos -mientras la licúa- no presione sobre el tipo de cambio libre, junto con una brecha a raya por el esquema exportador que asegura el abastecimiento de divisas a ese mercado.
n la última semana hubo señales dispares sobre la última foto de la actividad económica. El Gobierno se tomó dos de ellas para sostener que el piso de la economía ya sucedió y que la reactivación tendría que comenzar en lo sucesivo: uno de los datos fue el de salarios, que según el Ripte (Remuneración Imponible para el Trabajador Estable) en marzo empezó a recomponer una pequeña porción de la caída acumulada desde diciembre-; y en segundo lugar, que el consumo muestra alguna chispa por la suba intermensual que registró CAME.
La consultora Facimex Valores recopiló datos correspondientes a abril que mostraron caídas de 33% en el índice Construya (venta de insumos para la construcción por parte de empresas líderes), de 21% en producción de autos y 6% en patentamientos de vehículos, entre otros.
Por otra parte, la consultora ACM consideró que “los sectores más orientados al mercado doméstico se vieron afectados por la caída de la demanda interna: los más transables no logran revertir esta tendencia, las mayores contracciones corresponden a equipos, aparatos e instrumentos 37%; maquinaría y equipo 35,5% e industrias metálicas básicas 25,6 por ciento”.
fuente: infobae