El gobernador Osvaldo Jaldo dejó inaugurado esta mañana el albergue nocturno para personas en situación de calle “El Andén”, ubicado en el predio ferial (Sáenz Peña primera cuadra), de la capital tucumana.
El objetivo del dispositivo es recibir, entre las 21 y las 10 horas, a hombres y mujeres mayores de 18 años en un espacio que cuenta con disponibilidad para alojar a 70 personas. A su vez tiene dos baños con ducha y servicio de asistencia alimentario y de salud, en caso de ser requerida. El albergue funcionará con asistencia técnica interdisciplinaria para el abordaje integral de la problemática.
El mandatario estuvo acompañado por el vicegobernador Miguel Acevedo, el presidente subrogante de la Cámara legislativa, Sergio Mansilla, el ministro de Desarrollo Social, Federico Masso, la responsable de Educacación, Susana Montaldo, su par de Obras Públicas, Santiago Yanotti, el titular de Seguridad, Eugenio Aguero Gamboa y de Interior, Dario Monteros, el secretario general de la Gobernación, Federico Nazur, los legisladores Walter Herrera, Alberto Olea, Carlos Funes y Aldo Salomon, la intendenta de Alderetes, Graciela Gutiérrez, la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Graciela Sare, entre otros funcionarios.
Jaldo diijo: “no queremos que haya ningún tucumano que duerma en la calle, estando hasta tarde en los semáforos, sobre todo menores de edad” por lo que “hemos querido a través del Gobierno y Desarrollo Social y colaboración de todos hemos querido hacer un lugar razonablemente, confortable y también para tener un relevamiento: es importante saber cuánto es la gente en situación de calle”.
En ese sentido aseguró que “los vamos a acompañar con equipos interdisciplinarios, una ambulancia que estará atendiendo en las calles y la colaboración de la policía”.
Luego Jaldo reflexionó: “muchas veces voluntariamente vienen (al albergue) pero otras personas por diferente motivos se resisten a salir de la calle, de los semáforos y de alguna manera se le preserve la vida y un mayor confort. La noche de cero grado difícilmente se puede dormir en una vereda y Dios no lo permite pero pueden fallecer”.