El Presidente consiguió la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal en general. Lousteau habilitó el quórum, las ausencias de dos santacruceños también fueron clave y el RIGI tuvo apoyo de peronistas. Es una victoria de la negociación que timoneó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Los tucumanos Juan Manzur y Sandra Mendoza, votaron en contra pese al pedido del gobernador Osvaldo Jaldo para el bien de Tucumán.
El presidente Javier Milei logró en una sesión maratónica y extenuante en el Senado un triunfo político rotundo. Envió así una señal de gobernabilidad que esperaban los mercados, que habían empezado hace dos semanas a encender luces rojas en la cotización del dólar, bonos y un salto del riesgo país. Fue la consagración de la negociación política que lideró el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para dejar el desempate en manos de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El jefe de Estado se subió al avión que lo lleva a la reunión del G7 seguro de que la tarea delegada en Francos se había cumplido. Milei se había corrido y dejó en manos del flamante ministro coordinador la rosca para garantizarse los votos necesarios. Tuvo libertad para ofrecer obras, recursos, reivindicaciones varias y hasta alguna que otra embajada. Todo lo que hiciera falta para que se aprobara lo central: de las facultades delegadas, la reforma laboral light o el RIGI, el famoso Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones.
El Gobierno consiguió con la aprobación de la Ley Bases y del paquete fiscal una señal clara de gobernabilidad y una demostración de que está dispuesto a enfrentar con éxito, tanto en el Congreso como en la calle, la resistencia que propone el kirchnerismo a sus planes. Era imprescindible que llegara a Bari con ese triunfo bajo el brazo. Iba a ser complicado ver a los líderes del G7 con las imágenes de autos quemados, violencia política y encima una derrota parlamentaria.
Como anticipó Federico Millenaar en Infobae, en Diputados se da por descontado que habrá un trámite rápido y sin contratiempos. Los radicales, con Rodrigo De Loredo a la cabeza, están dispuestos a dar su apoyo -tras aprobarle una ley jubilatoria que le pegó en el espinazo del déficit cero- al igual que los provinciales y el Centrão que representa el bloque de Miguel Ángel Pichetto.