Aunque en Casa Rosada juran no haber encargado encuestas que midan el impacto de los anuncios que realizó durante enero en torno a la nueva política migratoria, la decisión ya está tomada: profundizar ese camino. Así, como parte del paquete de medidas que incluyó el DNU que firmó Mauricio Macri para modificar la ley 25.871 de Migraciones, el Gobierno decidió reforzar los controles terrestres y ya trabaja en el desarrollo de un protocolo para ómnibus similar al API, el programa que lanzó la semana pasada mediante el cual las aerolíneas brindan información anticipada de los pasajeros que vienen a la Argentina.
La intención del Gobierno encuentra algunas dificultades para su aplicación, especialmente en materia tecnológica. Las empresas de ómnibus, a diferencia de lo que ocurre con las aéreas, no cuentan con las herramientas digitales para poder hacer frente a los requerimientos necesarios para implementar el API.
¿Qué datos proporcionan las líneas aéreas con el API? Nombre y apellido del pasajero, pasaporte o documento, número de viaje y el ticket de equipaje. Y lo hacen casi en simultáneo con la partida de cada vuelo. Lo que parece una cuestión sencilla, para las empresas de tranporte terrestre puede resultar engorroso. Es que no hay un sistema online que aglutine datos de pasajeros, más allá del interno de cada empresa.
Por eso, Migraciones y los ministerios de Transporte y Seguridad ya trabajan para acordar los lineamientos para avanzar en el corto plazo con una medida que además, señalan, servirá para combatir el narcotráfico y la trata de personas. Hubo varias reuniones. Y la última fue anteayer, donde se concluyó que, pese a las dificultades, “es viable” avanzar en el corto plazo con el programa.
“Queremos replicar lo mismo que se hizo con los vuelos en los ómnibus. Eso nos va a permitir saber quién está viniendo al país y cruzarlo antes de que llegue a la frontera con nuestra base de datos y la de Interpol”, confirmó a Clarín el director de Migraciones, Horacio García.
Además de la adaptación tecnológica que requiere, el plan enfrentará una dificultad trasnacional: sucede que el Gobierno puede imponerle condiciones a las empresas argentinas que también operan en el exterior pero no así con las extranjeras. Por este motivo, el equipo del ministro de Transporte Guillermo Dietrich iniciará diálogo con sus pares de países limítrofes para alcanzar acuerdos bilaterales de reciprocidad en materia de transporte. “Contar con información por anticipado nos sirve a todos”, resaltan en la cartera. Confían en que podrán avanzar este semestre con Brasil, Bolivia, Chile y Uruguay.
Otra de las medidas innovadoras gira en torno al control de los bultos y equipajes: quieren que quede registro online de cada bolso, como sucede en los aviones. Es un tema que ayudará a la tarea de control que hace Gendarmería en los pasos internacionales. Es que, hasta el momento, cuando hallan un equipaje con drogas arriba de un ómnibus, los efectivos se encuentran con la dificultad de establecer a quién pertenece. En consecuencia, quien la transporta sale airoso y, en la mayoría de casos, no es apresado.
Tanta iniciativa incluyó también una fuerte bajada de línea en Migraciones: cuando asumieron las autoridades detectaron que en varios pasos internacionales el trámite migratorio lo realizaba el propio chofer del ómnibus. Esto es: reunía los documentos o pasaportes de los pasajeros y hacía el trámite en ventanilla, sin que los pasajeros descendieran del micro. “Se hacía para agilizar, porque estaba todo colapsado”, explican. Pero se trataba, en definitiva, de una costumbre que le quitaba rigurosidad al control. Por caso, podía ingresar cualquier persona con un documento que no le perteneciera. “Desde que asumimos avisamos que no lo vamos a tolerar más”, aseguran en Migraciones. Aunque hay quienes sostienen que, en menor medida, sigue ocurriendo.
Fuente: Clarín