Lo venció 3-0 en La Plata y sumó su sexta estrella. Acosta, Pasquini y Sand (de penal) fueron los goleadores del Granate, que volvió a festejar ante un equipo grande.
Lanús es el supercampeón del fútbol argentino. En una definición en la que tuvo las oportunidades más claras, goleó 3-0 a River, que sufrió los golpes en los últimos 20 minutos del partido. Lautaro Acosta, Nicolás Pasquini y José Sand marcaron los goles para darle un nuevo título al Granate, que ya había logrado sus estrellas nacionales ante San Lorenzo (torneo local 2016) y Racing (Copa Bicentenario 2016) y había dado la vuelta en la Bombonera en su primer título local en 2007, todos equipos grandes, como River. “A veces, también se puede perder. Felicito a Lanús”, dijo Marcelo Gallardo, a quien la Supercopa Argentina se le escapó por segunda vez.
Costó hacer juego en los primeros minutos. El diluvio que comenzó a caer en La Plata 20 minutos antes del partido complicó la cancha. River, en eso, se mostró más cómodo y a los 4 minutos, a través de Driussi, ganó un tiro libre por una mano de Aguirre. Martínez se hizo cargo del tiro pero su remate se fue muy por arriba.
Diluvio. Comenzó minutos antes del partido. La lluvia persistió en el arranque del primer tiempo. (Marcelo Carroll)
Con el equipo de Gallardo lanzado al ataque, Lanús buscó de contra a los 6 minutos, cuando Román Martínez jugó rápido para Silva. La jugada parecía desdibujarse pero entonces Acosta recibió la falta de Casco y Velázquez intentó una de las jugadas de pizarrón de Almirón, pero su tiro salió desviado.
La lluvia aflojó y tanto River como Lanús lo sintieron. A los 10 minutos, llegó la chance más clara de gol y fue para el equipo de Gallardo. Mayada tocó para Mora, quien desbordó por derecha y mandó el centro al segundo palo, donde Driussi cabeceó la pelota, que se fue apenas afuera.
A los 14, la respuesta del Granate asustó a todo Núñez: Delfino cobró penal por un agarrón de Ponzio sobre Martínez, pero el juez de línea marcó offside y la jugada fue anulada correctamente. Con River mal parado, Lanús volvió a intentarlo a los 21, cuando Silva eligió la jugada personal y remató afuera. Cuatro minutos después, Velázquez, tras una buena triangulación, le dio otra posibilidad a Lanús de ponerse en ventaja.
Pasada la media hora de juego, y tras pasar varios sustos por los avances de Lanús, el equipo de Gallardo volvió al ataque. Nacho Fernández aprovechó la rapidez de la cancha por la lluvia probó al arquero Andrada, que mandó la pelota al córner. Pero en el área de enfrente no frenaba la acción: a los 36, el asistente de Delfino -de gran trabajo en jugadas complicadas- anuló por offside un gol de José Sand.
En el segundo tiempo, la mala noticia volvió a entregarla el cielo cuando comenzaron a caer gotas nuevamente. La falta de Maidana (por la que fue amonestado) antes de entrar a la medialuna no mejoró el panorama para River, pese a que el tiro libre no llevó peligro al área de Batalla.
El segundo tiempo ganó intensidad después del cuarto de hora y, tras algunos intentos tibios, fue Lanús el que quebró el cero. A los 25 minutos, Lautaro Acosta arrancó una jugada decisiva: abrió a la derecha con Silva, quien le devolvió la pared, y tras una mano de Martínez Quarta, el delantero recibió y facturó con un remate pegado al palo.
Como si el impacto no hubiese sido fuerte, mientras Gallardo probaba con los cambios (hizo debutar a Auzqui y puso a Andrade), a los 35 minutos Lanús volvía a golpear. Sand desbordó tras una jugada iniciada por Román Martínez y mandó el centro que Pasquini cabeceó en soledad. El broche de oro, en tanto, lo puso Sand, cuando convirtió el 3-0 en un penal mal cobrado por Delfino, ya que la falta de Martínez Quarta había sido fuera del área.
Aunque algunos hinchas ingresaron a la cancha, Delfino pudo dar el pitazo final con el que Lanús salió a festejar su sexta estrella -tres de ellas con Almirón-, después de ganar dos títulos locales, la Copa Bicentenario, la Conmebol 1996 y la Sudamericana 2013. En River, en tanto, Gallardo no pudo sumar el noveno título en el club, con lo que iba a quedar solo detrás de Labruna como el DT más ganador.