Este lunes habrá una reunión entre los grupos “Queens” y “Los Chalchaleros”. La lectura permite arriesgar una opinión: será para peor. Se vienen días difíciles para la AFA y para la FIFA.

Dijo el Presidente de la Nación en Rosario, el pasado jueves: “El fútbol es caótico y está lleno de problemas y de corrupción. La posición del Gobierno es que tiene que reorganizarse y pagar impuestos. El Estado colaborará en la parte que le corresponde, como la enorme tarea en el combate a las barras y la violencia. Pero tiene que elegir sus autoridades bajo un esquema de transparencia. Pasan los meses y siguen dando vueltas, sin aprobar la reforma que pide la FIFA, con lo cual no sé cómo va a terminar esto. Lamentablemente, todo sigue igual”.

Y esto tiene dos finales posibles:

1- Se constituye la Asamblea (la única vigente y soberana de 72 miembros), elige a su presidente e incluye en el Orden del Día los otros cuatro ítems pendientes que son :

a) Rescisión del contrato entre el Estado Argentino y la AFA (Fútbol para Todos) en los términos económicos sobre los cuales se viene negociando hace cuatro meses.
b) Aprobación de un nuevo Estatuto concordante con el de la FIFA.
c) Aceptación de una Liga de elite de la Primera División dentro de la AFA con reglamento y normativas de disputa a propuesta de las autoridades a designar.
d) Normas para un llamado a concurso de oferentes o licitación para la cesión de los derechos audiovisuales de la Primera División .

2- El Poder Ejecutivo Nacional firma un Decreto e Interviene a la AFA, designando a un Interventor con las facultades que le permitan hacer todo eso que el Presidente quiere en el tiempo a conferir.

El precio, según los reglamentos en vigencia, es una posible desafiliación de la FIFA que impedirá a equipos y selecciones de otros países competir con representantes de la AFA en el nivel de clubes o selecciones nacionales. O sea, sanción aisladora por clara injerencia gubernamental.

Por más esfuerzos que intente mañana Daniel Angelici en el marco de una reunión en la mismísima sede de la AFA, la lectura apriorística permite arriesgar una opinión: será para peor.

Los grupos Queens y Los Chalchaleros tendrán a los siguientes interlocutores.

Por los Queens estarán: Rodolfo D’Onofrio (River Plate), Marcelo Tinelli (San Lorenzo), Víctor Blanco (Racing), Daniel Angelici (Boca) Hugo Moyano (Independiente) y Nicolás Russo (Lanús). Adviértase que en este grupo hay actores eclécticos, pues Víctor Blanco y Hugo Moyano apoyan a Claudio Tapia, pero admiten sentarse a “negociar” con las “pecheras” de la Primera División con el “arbitraje” de los interventores Armando Pérez y Javier Medin.

Los Chalchaleros se están agotando de tanta manipulación. A cada hora que transcurre se hallan frente a diferentes panoramas. Y aunque la dinámica es admitida como parte de cualquier gestión controversial, sienten que son objeto de renovadas presiones. Irán con Claudio Tapia, Daniel Ferreiro (referente de la Primera Nacional B) y algunos presidentes de las Mesas Directivas de otras categorías del Ascenso.

En ese mitin, al que Los Chalchaleros llegarán con desconfianza porque saben que Tinelli y D’Onofrio se reunieron tres veces con ESPN de manera secreta. Será Daniel Angelici quien intentará acercar a las partes, que tienen dos posturas simétricamente opuestas respecto de los pasos inmediatos a seguir.

Los “Grandes y Lanús” quieren que haya una remodelación estatutaria para aprobar primero los temas vinculados a la rescisión del contrato con la televisión y los futuros negocios. Angelici, en el medio, abogará además por cambiar el Estatuto y votar con una nueva composición asamblearia que le de más representatividad a la Primera y menos al Ascenso y al Interior. Frente a este panorama, los dirigentes del Ascenso y del Interior, en caso de asistir, dirán que no. Y se generará un nudo, cada vez más difícil de destrabar. Sin exageraciones y en el marco del conflicto, podría interpretarse como una virtual “declaración de guerra”.

Hasta aquí, el agobio económico que padecen las instituciones por la deuda que el Estado tiene con la AFA, especialmente las más modestas, no le han servido a los miembros de la Junta Interventora, como elemento de efectiva presión. No se han doblegado. Ni dividido. Ni debilitado. Por el contrario, se aprestan a dar lucha hasta que llegue la batalla final.

Una prueba de ello la dieron el último jueves en la reunión plenaria llevada a cabo en la AFA. Allí, Daniel Ferreiro ofreció un discurso tan combativo como minucioso sobre la visión del Ascenso y el Interior respecto del futuro. Se quejó de la manera en que se están llevando a cabo las gestiones por la venta de los derechos televisivos. De la decisión unilateral del Gobierno de cesar los pagos y terminar arbitrariamente el contrato de Fútbol para Todos cuya vigencia suscripta es hasta 2019. De las amenazas y extorsiones de los interventores del Gobierno, invocando sanciones de la FIFA. Daniel Ferreiro, además, puntualizó aspectos sobre comportamientos éticos de “quienes venían a transparentar y están rozando la corrupción”. Y agregó: “Nos desfinanciaron, nos siguen apretando para que les firmemos cualquier cosa y eso no va a ocurrir, moriremos de pie”. Claudio Chiqui Tapia, con emoción indisimulada, les dijo a los presentes: “Si ustedes creen que el obstáculo para que la AFA salga de esta situación soy yo, renuncio a mi candidatura ahora mismo”.

Como era de esperar, los vítores y las exclamaciones de apoyo, profundizaron aún más la fidelización de sus encolumnados. Este grupo, y tal como se fueron dando los hechos, no tiene reversa, no retrocedería ni para tomar impulso. Estarían más dispuestos al enfrentamiento sincero y final que a seguir perdiendo tiempo y energías.

En cambio, entre los Queen hay dos caras. Está la cara de la negociación con Fox-Turner, ESPN y ahora el grupo de fondos (¿buitres?) Consor. Según los dirigentes negociadores la unión Turner-Fox ofreció 2.400 millones de pesos (150 millones de dólares); ESPN, 3200 millones de pesos (200 millones de dólares) y ahora Consor, -que no tiene plataforma mediática, pero se dedica a explotar patentes y marcas para su comercialización internacional por diferentes vías como las franquicias– que hoy formalizará una oferta por 5.400 millones de pesos (337 millones de dólares) a través de Susan Bailey, su CEO.

Esto merece un inciso. Si por el Fútbol Argentino compiten tres empresas de primerísima linea y se ofrecen 337 millones de dólares o 5.400 millones de pesos por año, si su Selección Mayor jugó las tres finales recientes (Mundial de Brasil 2014 frente a Alemania y dos veces con Chile por Copa América), si tiene al mejor del mundo que es Lionel Messi, si exporta por casi 100 millones de dólares -promedio por año- a sus jugadores en todos los mercados, si puede organizar 8 torneos simultáneos en todo el país desde la A hasta el Federal C con 522 equipos y 900.000 jugadores, si entre la FIFA y el máximo Tribunal Arbitral (TAS) tienen reclamos por Derechos de Formación y/o deudas morosas de jugadores juveniles (robados) o profesionales (transferencias impagas) por las grandes instituciones del mundo por un monto que oscila entre los 200 y los 300 millones de dólares, si el último sábado se jugaron 155 partidos (310 equipos) del Federal C organizados por el Consejo Federal, la pregunta es: ¿cuál es la verdadera crisis del Fútbol Argentino?, ¿Dónde se advierte tangiblemente? ¿Existe o se instaló que existe? ¿O se aprovechó el 38-38 y el inmediato triunfo presidencial de Macri y su antigua idea sobre una distinta matriz de AFA para generar –desde diferentes lugares- la ausencia de institucionalidad convertida hoy en caos?

La otra cara de los Grandes son sus enfrentamientos encubiertos. Angelici sabe lo que le hicieron a Boca los dirigentes de River con el caso “gas pimienta”. Y sabe cómo se manejaron aprovechando la influencia del entonces CEO de Torneos, Alejandro Burzaco, en la Conmebol. No escapa al conocimiento de Daniel Angelici que Javier Medin, el interventor de mayor injerencia, jugó la “interna” de Boca con Alejandro Domínguez para que le nombrara a Orlando Salvestrini en la entidad que tan indignamente preside. Todos saben lo que hicieron cada cual en contra del otro. Rodolfo D’Onofrio no debería ignorar que Nicolás Russo, su aliado político, fue corriendo a la AFA el lunes pasado a pedir que inhabilitaran a Jonatan Maidana por acumular cinco amarillas en partidos del Campeonato de Primera División, de cara al encuentro que jugaron anoche. River también se movilizó y la respuesta reglamentaria fue contundente: “Maidana puede jugar, toda vez que las tarjetas amarillas serán sumadas en partidos del mismo Torneo”. Entonces, Russo, amigo y aliado de D’Onofrio, insistió. Quería que Maidana no jugara anoche. Hoy, como ayer y como mañana, estarán juntos, sonrientes y afectuosos. ¿Qué los une? Los intereses, como al resto de ese grupo. ¿Y que une a los otros? El temor a desaparecer…

Frente a la irreconcialiación queda el camino que marca la ley. ¿Qué dice la ley? Dice Asamblea, elección del Presidente, readecuación del Estatuto y todos los ítems que quieran incluirse en el Orden del Dia. “Si con éste Estatuto no se puede elegir un presidente, tampoco se puede firmar un contrato”, tuiteó acertadamente Daniel Ferreiro.

La AFA, en cualquier hipótesis, será un problema para la FIFA en un futuro inminente. Designó a una Junta Interventora por la que deberá hacerse cargo. Su presidente declaró que la FIFA se equivocó al no darles respaldo. Armando Pérez, dijo algo más: “Para todo hay que pedir una asamblea”, cual patrón de estancia que pretende gobernar bajo el imperio de su poder.

Su Secretaria General, la abogada Carolina Cristinziano, no aplicó para ser aceptada en una comisión futura de la FIFA ya que su expertiz –conocimientos, trayectoria y experiencia- resulta insuficiente. Cómo explicar que no aplica en la FIFA y la Conmebol la nombrada Secretaria General de la Junta Interventora de la AFA. Otro caso es el de Javier Medin, el vicepresidente de la Junta, quien vivió amenazando, extorsionando y conminando a dirigentes invocando siempre “mandatos” de la FIFA que nunca existieron fehacientemente. No hicieron nada de lo que tenían que hacer. Aunque sea un boceto de Estatuto, un mínimo proyecto… Obviaron un hecho fundamental como es haber llamado a Asamblea en Octubre de 2016. Desoyeron al Tribunal de Disciplina que les preanunciaba a través de sus fallos oportunidades de redireccionar la gestión. Sólo escucharon al Gobierno, nunca a los dirigentes. Se obligaron con firmas a pagos que nunca honraron. Y ahora, participan de una gestión comercial con clara intencionalidad de favorecer a la empresa que prefiera el Gobierno.

El cuarto integrante, Pablo Toviggino, designado Tesorero y a quien desplazaron rápidamente por ser un auténtico dirigente del fútbol (Presidente Ejecutivo del Consejo Federal), es quien por haber estado cerca podrá contar la verdadera historia sobre los dislates y el triste rol de estos interventores en quienes confió la FIFA accediendo al pedido del Gobierno Argentino.

Se vienen días muy difíciles para la AFA y para la FIFA.

Para la AFA, porque las posturas son irreductibles. No habrá acuerdo entre estos dos grupos.

Para la FIFA, porque cualquier dirigente que se sienta discriminado o en condiciones de denunciar irregularidades, injerencias de terceros y hasta daños económicos provocados para sus instituciones por cualquiera de estas u otras razones, podrá acudir al Tribunal de Ética. Y, se sabe, allí no hay política; hay leyes.

Es por todo esto que la única solución que se nos aparece a “mano alzada” es un Decreto del Poder Ejecutivo que ordene la Intervención lisa, llana y sincera de la AFA.

La otra, señor Presidente, es ver nuevamente “Luna de Avellaneda” . Lo invito…

Fuente: Infobae

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