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Consumo masivo no da señales de reacción: cayó 18% anual en las dos primeras semanas de agosto

Los supermercados y autoservicios registran el octavo mes del año con caídas en sus ventas. Apuestan a las promociones y descuentos, pero no es suficiente. Las fiestas y la recuperación salarial, como motores para recuperar parte de lo perdido.

El consumo en supermercados marcó una caída del 18% durante los primeros once días de agosto, en comparación con el mismo período de 2023. Para los supermercadistas, este año “ya está perdido”, pero apuestan a que el último trimestre marque un repunte de la mano de las fiestas y recuperación del salario.

Las ventas en grandes establecimientos no forman parte del proceso de tímida recuperación que avizoran algunos sectores. Las estrategias corporativas para generar un repunte sostenido y generalizado todavía no se trasladan a los números finales.

En ese sentido, fuentes del rubro aseguran que, no solamente aplican cuotas sin interés como modalidad de pago tradicional a fin de cada mes, sino también las billeteras virtuales juegan su papel ofreciendo descuentos, pero “nada tiene demasiado éxito”, cuentan a este medio.

Además de los beneficios que ofrecen, supermercadistas resaltan que las listas que entregan sus proveedores “están lejos” del 3,2% que marcó la inflación del rubro Alimentos y Bebidas no alcohólicas. “Los precios corren en torno al 2%, pero ni aun así vemos una mejora”, admiten en el sector.

En junio pasado, el leve repunte del consumo de algunos alimentos básicos permitió ilusionar a más de un empresario, pero los números de julio mostraron que se trató de una alegría eventual.

Consumo: los datos de agosto, ¿marcan una caída peor a la de julio?

Según la consultora Scentia, dirigida por Osvaldo del Río, en julio la baja fue de 16,1% en supermercados y autoservicios independientes. La caída acumulada fue de 9,6%.

En el desglose, el último informe resalta el recorte del 25,5% en “Impulsivos” (golosinas, alfajores y postres). Le sigue “Bebidas con Alcohol”, que cayó 25,2% y “Sin Alcohol” un 23,7%. Detrás se encuentra el rubro “Higiene y Cosmética”, con una baja de 20,9%, “Desayuno y Merienda”, con una merma de 12,6% y “Alimentación”, con un retroceso de 9,6%.

A modo de adelanto, el relevamiento al que pudo acceder Ámbito, y que también responde a Scentia -mide el 100% de los hipermercados 17.500 autoservicios– asegura que la caída en las dos primeras semanas de agosto fue de 18% a nivel interanual.

Electrodomésticos y bebidas alcohólicas, los rubros no esenciales más afectados

De todos modos, no solo las ventas de productos de la canasta básica denotan caídas notables, los artículos de segunda necesidad son los que sufrieron el peor efecto de la licuación salarial. Un dato que resalta el sector tiene que ver con la venta de electrodomésticos y artículos para el hogar, que registra bajas de más del 50%.

La caída de este segmento no solo es preocupante en términos de pérdida de rentabilidad, -el sector tiene en claro que recuperarse será a costa de obtener márgenes de ganancia “muy, muy feos”- sino también porque no vender, por ejemplo, un lavarropas, podría impactar en el precio del arroz.

¿Por qué? Durante una recorrida que Ámbito realizó por un hipermercado porteño, el director de tienda mostró que la categoría electrodomésticos y artículos del hogar ocupa el 20% de la superficie del establecimiento. Seguidamente, recogió un paquete de arroz de 500 gramos $1.500 y explicó, con preocupación: “para poder sostener el precio de este paquete de arroz, tengo que vender parte de todo esto”.

Otro dato que llama la atención de los supermercadistas es la caída abrupta de la venta de cerveza, incluso superior a la del vino. “Terminamos 25% más abajo que el primer semestre del año anterior. Junio y julio registraron caídas menores, pero seguimos abajo, a pesar de las promociones y campañas de precios fuertes”, cuenta una fuente representativa del sector.

Operativo verano: los empresarios buscan recuperar parte de lo perdido en diciembre

Pese a las adversidades, desde el supermercadismo apuntan al verano para recomponer parte de lo que consideran un “año perdido” a comparación de 2023. Tres motivos: Navidad, fin de año y recuperación salarial.

Sobre esto último, de acuerdo al último informe de la consultora Suramericana, durante junio los principales indicadores de salarios privados mostraron un crecimiento por encima del 4,6% de inflación, pero continúan en niveles muy bajos y no recuperan respecto de la pre-pandemia.

Al mismo tiempo, el empleo asalariado formal privado continúa cayendo: registró en mayo nueve meses consecutivos de caída y acumuló una baja del 2% en relación a agosto de 2023, de más de 164 mil puestos de trabajo asalariados privados en términos absolutos. De prolongarse la caída del empleo, la negociación paritaria podría verse aún más afectada, deteriorando aún más el poder adquisitivo.

Mientras tanto, el foco de los supermercados está puesto en promociones con tarjetas bancarias y descuentos con billeteras virtuales, como Cuenta DNI o Mercado Pago. Justamente, no es gratis: “Cuando remonta alguna categoría básica es porque de fondo se pone mucho dinero en acciones comerciales para sostener los precios y hacer promociones y ofertas, pero con una rentabilidad bajísima, o en algunos casos prácticamente nula”, relativiza una fuente del sector.

 

 

 

 

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