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Sofía Anabella Díaz (26 años) quedó imputada por haber acabado con la vida de su hermano Roberto Carlos Díaz (28), luego de haberlo apuñalado en el pecho tras haber discutido por el uso de un televisor. La joven estará bajo prisión preventiva por los próximos cuatro meses. La defensa planteó que la acusada reaccionó violentamente debido al contexto y peleas anteriores que hubo entre ambos.

El testimonio de la madre de Sofía y Roberto fue clave para explicar el brutal desenlace que tuvo una de las tantas peleas que protagonizaron los hermanos Díaz en una vivienda del barrio 11 de Enero, ubicado en San Miguel de Tucumán, al límite con San José.

Según declaró Carmen Mónica Gómez ante el personal de la Unida Fiscal de Homicidios I que conduce Pedro Gallo, el 1 martes alrededor de las 15.30 Roberto estaba viendo televisión cuando Sofía se acercó a él exigiéndole el televisor para que la puedan usar sus hijos y recriminándole que el aparato era de ella.

Fuerte discusión

El joven se negó y le respondió que en ese momento la estaba usando él, lo que desencadenó una fuerte discusión entre ambos.

La madre al escuchar los gritos salió de su pieza y observó que habían tirado una mesa y que los dos estaban tirados en el piso. Mónica rápidamente intentó separarlos, agarró a Sofía y le dijo a Roberto que se fuera, pero no lo hizo.

“Mi hijo me agarró del brazo y me llevó a la pieza. Allí me dijo “perdón mamá; ya no voy a vivir en la casa, me voy de acá”. Mientras conversábamos, Sofía entró a la pieza, Roberto hizo un paso hacia atrás para salir pero ella lo empujó a la cama, se tiró y lo apuñaló”, relató la mujer.

Luego de ser herido en la zona del pecho, el joven salió tambaleándose hacia la vereda de su casa y se desplomó. Allí fue auxiliado por un vecino quien lo trasladó hacia la Policlínica de San José. Pese al esfuerzo que hicieron los médicos del Centro Asistencial, Roberto falleció por un shock hipovolémico debido a la gravedad de las lesiones.

En la casa de una vecina

Una vez que los investigadores se entrevistaron con la familia y allegados de la víctima, rápidamente identificaron a la autora del crimen. Cuando fueron a aprehenderla, encontraron a Sofía en la casa de una vecina, quien les manifestó que había tenido una crisis de nervios y quería lastimarse.

Mónica explicó que esta discusión no fue un caso aislado. Según contó sus dos hijos solían tener peleas pero dijo que en el último tiempo habían cesado. “Conflictos siempre hubo; no recuerdo si ella lo denunció, sé que él a ella no. Había agresiones físicas de parte de los dos. Yo siempre trataba de separarlos”, declaró.

En una audiencia realizada ayer el auxiliar de fiscal Lucas Maggio formuló cargos en contra de Sofía Díaz, la acusó de ser autora del delito de homicidio simple y solicitó que quedara bajo prisión preventiva para resguardar la investigación, sobre todo al tener en cuenta la cercanía de la mujer con los testigos de la causa y el riesgo de influenciarlos para cambiar sus respectivas declaraciones.

Respecto de los hijos menores de la imputada, Maggio aclaró que, por pedido de Sofía, quedaran bajo el cuidado de una tía paterna.

Planteo de la defensa

La acusada, que estuvo durante toda la audiencia angustiada y llorando, prefirió no declarar. Quien sí hizo uso de la palabra fue el defensor oficial Hernán Molina.

El profesional sostuvo que su pupila no hirió a su hermano para acabar con la vida de él, sino que reaccionó ante una intensa emoción violenta.

“Dado el contexto familiar se puede decir que Sofía actuó bajo un estado de emoción violenta. La pelea escaló rápidamente en un entorno donde ya existían conflictos previos a los hermanos. Según Mónica siempre se peleaban, lo que podría haber generado una acumulación de tensiones que desembocaron en una reacción descontrolada. Haber actuado bajo una intensa emoción violenta disminuye su culpabilidad al haberse encontrado en una situación que alteró significativamente su estado emocional. Actuó en un estado pasional, provocado por la situación límite en que se encontraba”, argumentó Molina.

Luego de este planteo, el defensor se opuso a la prisión preventiva y en cambio propuso medidas de menor intensidad o en su defecto que Sofía cumpliera la preventiva bajo modalidad de arresto domiciliario en la casa de una tía.

Finalmente el juez Guillermo Di Lella resolvió hacer lugar al pedido del Ministerio Público Fiscal y dispuso que la imputada quede bajo prisión preventiva por los próximos cuatro meses mientras avanza la investigación.

 

 

 

fuente: La Gaceta

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