Lo peor y más molesta es que el titular del Ersept, José Ascárate, que debe defender a los usuarios y controlar los abusos de la empresa energética, dice que todo está bien y que el cobro millonario es sólo “un promedio” de lo que pagaban cuando el local estaba abierto.
Un local comercial cerrado desde hace meses, sin consumo de energía, tiene que pagarle 502.940 pesos a los ladrones de EDET este mes.
En el local funcionaba una farmacia, cerrada hace meses por la crisis económica, en Viamonte al 2300.
El consumo de electricidad registrado en el último período fue de 1 kWh, pero EDET les cobra más de medio millón de pesos.
Los propietarios del local reclamaron y recibieron como respuesta que EDET “les cobra un promedio” de los consumos anteriores. El local no registra ninguna deuda.
Mientras José Ascárate, el responsable del ente que debería controlar a EDET, sale a defender a la empresa, y afirmar que cobra tarifas adecuadas, los tucumanos se encuentran día a día con otra realidad muy diferente. Con aval oficial, la empresa les sigue robando impunemente a decenas de miles de tucumanos.
¿Conocerá el caradura de Ascárate los montos de las facturas que les envían sus amigos de EDET a los clientes cautivos? ¿Sabrá que una tajada de esos ingresos van a parar al ERSEPT, que él preside, una cueva de ñoquis alimentados con el pago de los sufridos usuarios?
fuente: contexto