Se encuentran a 39 años luz del planeta Tierra y “si bien no está confirmado, en tres hay fuerte evidencia de que podría haber agua líquida”.
Los científicos de la NASA hallaron alrededor de una pequeña estrella un fascinante sistema de siete planetas del tamaño de la Tierra, que representa el terreno más prometedor hasta la fecha para analizar si hay vida más allá del Sistema Solar.
“Hemos dado con el buen blanco” para buscar la eventual presencia de vida en los exoplanetas -fuera del Sistema Solar- declaró Amaury Triaud, coautor del estudio publicado este miércoles por la revista Nature.
Los siete planetas giran alrededor de una pequeña estrella ultrafría, la Trappist-1, situada a “únicamente” 40 años luz de la Tierra.
Concepción artística del planeta TRAPPIST-1f dada a conocer por los científicos realizada con base sobre la información recolectada del planeta (NASA)
Tienen un tamaño y una masa similares a las de nuestro planeta, casi seguro son rocosos, y tres de ellos están situados idóneamente para albergar océanos de agua líquida.
Para los científicos, su proximidad a la Tierra y la penumbra de su estrella enana roja representan unas ventajas cruciales para analizar su atmósfera y buscar las combinaciones químicas indicadoras de una eventual actividad biológica.
Comparación del sistema TRAPPIST-1 con otros planetas del Sistema Solar, según dio a conocer la NASA.
“Hasta ahora, no teníamos los planetas adecuados para saber” si hay vida más allá de nuestro Sistema Solar, dijo en rueda de prensa Triaud, de la Universidad de Cambridge.
El sistema Trappist-1 no solo es -entre los conocidos hasta ahora -, el que tiene el mayor número de planetas del tamaño de la Tierra que orbitan alrededor de una sola estrella, sino que en él abundan las zonas temperadas, es decir, donde no hace tanto calor como para que se evapore el agua, ni tanto frío como para que esta se solidifique.
A la vez, el hallazgo supone un nuevo indicio de que la Vía Láctea, puede albergar miles de millones de mundos de tipo terrestre.
Sorprendentemente, los científicos podrían haber estado buscando en el lugar equivocado, según los últimos hallazgos.