El eclipse solar anular ha despertado expectativa e interés. Según el astrónomo Juan Carlos Forte, “nos retrotrae a nuestra ancestral relación con las estrellas“. La categoría de fenómeno astronómico infrecuente -en la Argentina se vio por última vez en 1994 en Misiones y recién volverá a apreciarse nuevamente en 2027- disparó entonces un inusual encanto en el público. Aunque sólo unos pocos afortunados podrán avistar un “anillo de fuego” en el cielo. Únicamente en Sudamérica, centro y sur de África y la Antártida gozarán de tal privilegio. En el país, la provincia de Chubut tendrá la mejor ubicación, seguido por la provincia de Mendoza y la ciudad de La Plata. Desde Buenos Aires, por ejemplo, el eclipse no podrá percibirse como tal y sólo se distinguirá la Luna cubriendo el 73% de la superficie solar.
Sin embargo, para observar el eclipse será indispensable tomar ciertas medidas de precaución. Tanto oftalmólogos como astrónomos recomiendan estar alerta y cuidarse de no mirar de manera directa al Sol, para evitar un severo perjuicio en las retinas, que son sensibles a la radiación de los rayos UV. Incluso, por más que el 99% de la superficie solar se oscurezca por efecto de la fase neural del eclipse, la porción restante, el anillo de Sol visible, seguirá siendo capaz de provocar daños en la retina por la intensidad de sus rayos. Se deberá observar, entonces, a través de lentes que puedan filtrar los rayos ultravioletas, para no causar daños irreparables en la vista.
Desde la Asociación Argentina Amigos de la Astronomía (ASARAMAS) sugieren no recurrir a falsas recomendaciones tales como radiografías o vidrios ahumados. Aunque la Luna pueda tapar más de un 70 por ciento de la superficie solar, la única protección segura la brindan los filtros que se utilizan en las tareas de soldadura eléctrica, específicamente los que corresponden a la Norma DIN 14. Estos instrumentos se pueden conseguir en ferreterías industriales o especializadas y son económicos. Si bien no están diseñados para ser usados con estos fines, son la única herramienta capaz de bloquear en simultáneo las radiaciones infrarrojas y ultravioletas emitidas por la superficie solar.
El fenómeno comenzará a vislumbrarse en su máximo esplendor en tres regiones chubutenses con un margen de observación de aproximadamente dos horas y media: en Facundo se verá las 9.24, en Bahía Bustamante a las 9.26 y en Camarones a las 9.27.