robo

A los operadores judiciales les cuesta dar en su memoria con un caso de reincidencia tan rápido como el que se narra en estas líneas, protagonizado por un sujeto que, nueve días después de haber recibido una pena condicional por un robo, volvió caer en manos de la Policía, solo que esta vez fue por haberse apoderado de enseres de una escuela ubicada en Banda del Río Salí.

Según la acusación esgrimida por el auxiliar fiscal Rogelio Rodríguez del Busto, bajo instrucciones del fiscal de feria Gerardo Salas, el imputado Raúl Santiago Morales había sido aprehendido el lunes por haber ingresado al establecimiento “Julio B. Quirós”, ubicado en pasaje Colombia al 200, en el barrio El Palomar.

En una escuela

De acuerdo con lo expuesto por el representante del Ministerio Público, el acusado sorteó a una tapia de 2,5 metros, forzó el candado que aseguraba una puerta y accedió al establecimiento. Una vez dentro fue directo a una una sala y sustrajo un tacho de 20 litros de pintura, un minicomponente con dos parlantes, un DVD y un televisor de 43 pulgadas, para luego brincar el portón y escapar, aunque menos de una hora después era detenido por vigías municipales bandeños.

“El 27 de diciembre lo condenamos por un delito similar y, nueve días después, vuelve a cometer un hecho”, sostuvo el investigador, en referencia a que Morales, en un juicio abreviado, recibió una sentencia de cuatro meses de prisión condicional por ingresar con fines de robo a la sede del Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán.

Robó un aire acondicionado

El 23 de diciembre, aprovechando que la puerta había quedado abierta, accedió fácilmente al edificio de San Martín al 600, tomó el ascensor y se bajó en un piso que estaba siendo remodelado, donde destruyó una puerta de blindex para llevarse un ventilador y un aire acondicionado que esperaba ser instalado. Al igual que ahora, no tardó en ser detenido.

En la audiencia judicial que se celebró este martes, Rodríguez del Busto lo acusó de robo agravado por escalamiento, solicitando que se le dictara la prisión preventiva por 45 días mientras se avance con la investigación.

“Esto, sin duda, perjudica no solo al establecimiento, sino también a los chicos que asisten allí, más allá de que ahora están de vacaciones. Es un hecho de relevancia que haya ingresado, violentado candados y se haya apoderado de estos elementos”, expresó el representante del Ministerio Público, argumento con el que el juez Fernando Zóttoli estuvo de acuerdo.

Comments

Comentarios