La frase podría pertenecer a los tiempos en que Cristina Kirchner gobernaba, pero surgió durante en la reunión de Gabinete que esta mañana presidió Mauricio Macri en la residencia de Olivos. “Una vez más estamos frente a intentos de extorsión de la gobernabilidad”, resumió un ministro que participó del encuentro con el Jefe de Estado en el que se analizó el impacto del paro docente y de la movilización de la CGT. “Tenemos que ser fuertes y defender a muerte nuestro Gobierno y nuestras políticas”, remató la misma fuente, que calificó esas conclusiones como fruto del “debate colectivo”, parecido a una catarsis, que primó en la reunión.
La semana pasada, otro de los presentes le dijo a Clarín que el fantasma de la gobernabilidad ya lo habían dejado atrás el año pasado. Sin embargo, en el Gobierno no son pocos quienes asumen que -por su condición de “no peronistas” con minoría en el Congreso- deben revalidar una y otra vez su fuerza política.
El ministro de Educación, Esteban Bullrich, y el de Trabajo, Jorge Triaca, fueron dos de los que llevaron la voz cantante durante la reunión. Ambos compararon similitudes entre el reclamo docente y el de la central obrera.
En el Ejecutivo consideran que todo responde a los tiempos electorales. El Gobierno insiste en que la convocatoria de la central obrera es difusa -sin una consigna clara- y que se da en momentos en los que los índices empiezan a marcar signos de recuperación económica. También insisten en que la unidad de la CGT es muy frágil y que, por esa razón, terminan conduciéndola sus extremos. “Los corren y se dejan correr por izquierda”, graficó un ministro.
Otro integrante del Gabinete relativizó el impacto de la marcha: “No es la primera vez que la CGT se moviliza”.
De la reunión de Gabinete también participaron los jefes parlamentarios de Cambiemos. El presidente de Diputados Emilio Monzó, que ayer lanzó duras críticas contra la gestión de Gobierno que encabeza Marcos Peña e insistió con la potencia electoral de Elisa Carrió, también fue de la partida. Sin embargo, el panorama electoral no fue parte del debate entre los ministros.
El ministro de Modernización Andrés Ibarra, en cambio, informó a sus pares sobre la puesta en marcha de un programa para medir el presentismo de los empleados estatales.
El presidente Macri decidió permanecer por estas horas en Olivos, a diferencia de sus funcionarios con despacho en la Rosada que se trasladaron hasta Balcarce 50.
Fuente: Clarín