El gobierno de Mauricio Macri trabaja en una reforma tributaria para reducir impuestos distorsivos entre los que se destacan: los ingresos brutos recaudados por las provincias, los impuestos a los sellos, los impuestos al trabajo que recaudan Seguridad Social y la AFIP, y los referentes a las operaciones bancarias como el impuesto a los débitos y créditos bancarios.

El primero de ellos, Ingresos Brutos, es el que consideran las autoridades del ministerio de Hacienda como el mas distorsivo. Los técnicos que responden al ministerio de economía ya se han contactado con algunos ministros de Economía provinciales para comenzar a elaborar un acuerdo en el futuro que permita poder eliminar ese impuesto, que según fuentes del ministerio de Hacienda, “es el más distorsivo de todos los impuestos que se cobran el país y en el futuro hay que eliminarlo pero reemplazarlo por otro impuesto”.

Desde el Gobierno opinan que se trata de un impuesto ampliamente distorsivo y negativo para las pautas de crecimiento, además de estar históricamente atado con los años de mayor presión tributaria sobre los privados.

“El inconveniente es que si se elimina representa en algunas provincias hasta el 80 % de la recaudación de los recursos propios y es un impuesto que tiene una gran capacidad para recaudar para el fisco porque está incluido en los precios cuando se comprar un determinado bien o servicio”, manifestó el economista Diego Giacominni y agregó que “esto ha llevado a que algunos gobiernos provinciales hay aumentado la presión tributaria al aumentar ese impuesto en casi un 100% en los últimos 15 años y haya pasado a tener mas incidencia que el impuesto inmobiliario”.

Fuente: Infobae

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