La última semana del secretario de Seguridad de la provincia, Paul Hofer, no fue de las mejores, porque los tucumanos lo criticaron con fuerza por las redes sociales. En los mensajes no sólo le pedían que renunciara, sino que también lo relacionaban con el fracaso alperovichista en materia de seguridad.
Una semana para el olvido. Esa es la que vivió el hasta el momento secretario de Seguridad de la provincia, Paul Hofer, quien sigue cosechando rechazo entre los tucumanos que utilizan las redes sociales, quienes dicen estar cansados de los hechos de inseguridad.
El funcionario, quien viene de la anterior gestión encabezada por José Alperovich, no tiene una imagen positiva por parte de los tucumanos que, día a día, son víctimas de arrebatos y asaltos por parte de delincuentes que se desplazan en motos.
La tensión entre la comunidad y Hofer se potenció luego de que mantuviera, en dos ocasiones, un fuerte intercambio con el legislador y vicepresidente 2º de la Cámara, el radical Ariel García, quien le reclamó que fuera al edificio del Poder Legislativo a explicar el proyecto elevado para tratar de reducir los niveles actuales de inseguridad. El cruce, en ambas ocasiones, se elevó de tono al punto que el parlamentario le terminó pidiendo que renunciara. Esa exigencia fue tomada por muchos de los internautas tucumanos, que viven la inseguridad a diario en cada uno de sus barrios o localidades. El robo de celulares, carteras, billeteras, motos y las entraderas en domicilios ponen en vilo a los ciudadanos, quienes no observan soluciones de la mano del funcionario específico del área, que le fuera heredado por Alperovich a la actual gestión encabezada por el gobernador Juan Manzur.
Proyecto y polémicas
El envío de un proyecto de ley, con algunas similitudes a las iniciativas nacionales que se están llevando adelante para contrarrestar el fenómeno de la inseguridad y, en especial, el accionar de los denominados “motochorros”, pusieron en el ojo de la tormenta a Hofer, quien se limitó a remitir la iniciativa sin concurrir al Poder Legislativo a explicarlo a los parlamentarios. Por otra parte, ya fueron varios los sectores que se acercaron a la Cámara para expresar sus dudas y preocupaciones, como en el caso de CAPEGA, que nuclea a los propietarios de estaciones de servicio, quienes tendrían la responsabilidad de ejercer un control sobre aquellos motociclistas que concurrieran a cargar combustible sin cumplimentar ciertos requisitos.
Los empresarios señalaron que no pueden ejercer ese tipo de contralor sin tener garantizada la seguridad de los playeros, que se verían expuestos a hechos de violencia de aquellos motociclistas a los que se le niegue la carga de combustible por incumplimientos a la futura normativa.
Esa y otras cuestiones, potenciaron las críticas de algunos legisladores, quienes necesitan de precisiones para poder avanzar en el tratamiento de la iniciativa. Muchos señalan que con la orgullosa actitud de Hofer no se logrará el consenso necesario para transformar el proyecto en ley.
Imposible cumplimiento
Por otra parte, los usuarios de motocicletas consideran que es un avasallamiento a su libertad de circulación. Si adquieren un rodado de esas características, consideran que es injusto que el Estado sea el que defina quién se subirá al mismo. Otro de los inconvenientes es que en la provincia las motos se usan mucho para trasladar a los niños a los establecimientos educativos. Es común observar cómo en un solo vehículo pueden llegar a desplazarse hasta cuatro personas.
Los excépticos sostienen que la prohibición de que dos hombres vayan en una moto no terminará con los arrebatos, porque ya se observaron casos en los que son mujeres las que conducen y hombres los que se bajan a perpetrar los ilícitos. También preocupa que el celo por controlar a este tipo de vehículos dispare el robo de automóviles o camionetas, con las que los delincuentes cometen los atracos. Por lo pronto, Hofer no sólo fue blanco de las críticas y los pedidos de renuncia, sino que también fue objeto de los memes, que tanto se temen en el ámbito futbolero y que también incursionan en los temas políticos o de gobierno.