En defensa propia, porque nadie está a salvo de la ruleta de las “pinchaduras”, el peronismo evitó retrucar el destrato de Cristina de Kirchner que calificó de “bandita” a un pelotón de dirigentes del PJ.
“No hace comentarios sobre escuchas judiciales” dijeron cerca de Miguel Pichetto. Idéntico argumento deslizó José Luis Gioja, jefe del PJ, que con ese batifondo como música funcional reúne hoy al consejo del partido.
Ni Diego Bossio, prematuro anti K que dejó el bloque del FpV en el verano del 2016, menos de dos meses después de terminar su gestión en ANSeS, quiso zambullirse en ese tironeo dialéctico.
En una charla con Oscar Parrilli, captada por orden judicial y luego filtrada a los medios, la ex presidente minimiza una movida para dividir los bloques del Congreso, que atribuye a “una bandita” que, dice, integran “El Flaco” -por Gioja- “Pichetto, Bossio y Urtubey”.
Solo Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta, parado en el podio de peronista que más se expresa contra los K, se subió al ring. Lo hizo para pararse “en las antípodas” de la ex presidente, acusarla de “querer que al gobierno le vaya mal” y opinar que es el “candidato menos competitivo”.
Textual: “Si se presenta es el mejor negocio político del Gobierno, porque va a ganar más fácil. A mi juicio el candidato menos competitivo que tiene el peronismo es la ex presidenta porque tiene un altísimo nivel de rechazo en la sociedad”.
El salteño, a diferencia de su hermano José, directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), tampoco se refirió específicamente a las escuchas sino que profundizó su antagonismo con la ex presidente.
“Hubo charlas cruzadas entre dirigentes y miembros del consejo y se decidió que no vamos a referirnos al tema. Son escuchas y se filtran ilegalmente” dijo un dirigente del PJ que hoy estará en la cumbre convocada para las 3 de la tarde en las oficinas de la calle Matheu.
Detalle: Aunque a principios de 2016 salió a pulsear para convertirse en jefe del consejo del PJ, hace meses que Urtubey no participa de las reuniones del partido. Ayer, varios dirigentes llamaron al salteño para apoyar sus dichos.
La paradoja es que, en medio de esos chispazos, Axel Kicillof, el menos camporista de los que habitan la cúpula de La Cámpora, exploró una tesis en torno a Cristina que generó controversias en el PJ y a los oídos ultra K puede sonar a herejía.
El ex ministro dijo que en las legislativas de este año se “plebiscita la gestión de Macri” y no lo que hizo Cristina. “Al Gobierno le resulta muy funcional si en la elección se discute si gana o pierte Cristina” dijo Kicillof, lo que se tradujo como que la eventual postulación de la ex presidente sería funcional al gobierno. El negocio de la polarización.
Kicillof dijo, sin embargo, que la decisión respecto a la candidatura de Cristina no está tomada -o no se hizo pública- pero dio, como pista, que la elección importante es la de 2019.
El fraserio que el ex ministro lanzó en Radio Con Vos fue tomado como buena señal por sectores del peronismo PJ que apuestan a que la ex presidente no se presente en la provincia y deje ese lugar para otros dirigentes. Se refieren a Florencia Randazzo, que se volvió un experto del oficio mudo: fotos y apariciones pero sin emitir opinión.
Gioja y la mesa del PJ, varios gobernadores, dirigentes de todo el país, intendentes y legisladores, se enfocarán hoy sobre el mapa electoral: en particular, Corrientes -estará “Camau” Espínola, el candidato del PJ- y Santiago del Estero, donde se elige gobernador este año y distritos de peso, en particular Buenos Aires.
Gioja repite, como mantra, un concepto: “la elección es provincial y la realidad de cada provincia requiere una táctica distinta”. Significa, en el modismo simbólico del sanjuanino, que se otorga una especie de vía libre para pactos y posiciones en cada territorio.
Hay, sí, asuntos puntuales. Celso Jaque, el ex embajador que quedó como interventor del PJ de Jujuy, dará un informe sobre lo que pasa en esa provincia donde, anticipó, a pesar de la disposición judicial que validó la intervención del partido, no puede entrar a la sede partidaria en San Salvador porque la policía jujeña no se lo permite. Jaque apunta al vicegobernador de Gerardo Morales, Carlos Haquim, un peronista aliado de Sergio Massa.
Habrá, además, un documento sobre la situación económica y política en la que expresarán un acompañamiento al “movimiento obrero organizado” que prepara su paro general para el 6 de abril.
Fuente: Clarín