-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con ese uniforme de la empresa de seguridad privada Benja, de mi amigo Roberto Véliz? ¿Se la está rebuscando en el rubro?
-No, mi estimado amigo. Yo no tengo condiciones para brindar seguridad.
-¿Y entonces, por qué esa pilcha?
-Es por un chisme que tengo que contarle.
-¿Sobre seguridad?
-¡¡¡No sea zopenco!!! ¿Acaso no sabe que esta es una columna de chismes políticos?
-Bueno y esto ¿qué tiene que ver con la política?
-Mucho, porque le estoy por hablar de un cotejo de precios para brindar seguridad en el ámbito del SIPROSA…
-No me diga que mi amigo Véliz ganó el cotejo…
-No sea ansioso y deje contar.
-Está bien. Haré lo posible.
-Resulta que se presentaron dos oferentes, el primero de ellos, La Providencia del NOA, de la familia Soria, que ya estaba prestando servicios allí. La otra firma es Benja.
-¿Quién ofreció el mejor precio?
-Benja ofreció 500 mil pesos menos por mes.
-¡¡¡Es un ofertón!!!
-Sipi.
-¡Seguro que ganó!
-No.
-¿Por qué?
-Porque no es una empresa de amigos del Gobierno provincial.
-No me diga que le dieron la prestación al otro…
-No, pero presentaron ridículas impugnaciones que dejaron la situación empantanada.
-¿En serio?
-Sipi.
-Pero, dígame algo, Eduard.
-Como no…
-¿No es el Estado el que debe administrar de la mejor manera los recursos de los ciudadanos contratando a la empresa que presente la propuesta más ventajosa?
-Sipi.
-¿Y qué pasó entonces?
-Como dicen ustedes los tucumanos: -vo vé…
-¿Esto se solucionará?
-Por estos días, amigo…
-De todos modos le queda bien el uniforme, Eduard.
-Ya le dije que no ofrezco seguridad, salvo en una situación específica.
-¿En cuál?
-En hacerlo pagar el cafecito.
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!