El presidente Mauricio Macri fue taxativo ayer ante sus ministros: “Debemos garantizar la libre circulación en las calles el día del paro para todos aquellos que quieran y puedan ir a trabajar por sus propios medios. En esto no vamos a aflojar”.

Las expresiones del jefe de Estado se pronunciaron ayer en medio de la reunión de gabinete y resultaron ser una orden directa a todos sus ministros y en particular a la titular de la cartera de Seguridad, Patricia Bullrich. Según confiaron a Infobae cuatro funcionarios que estuvieron presentes en la reunión de gabinete, Macri se mostró muy firme en su decisión de no permitir que mañana, cuando se realice el paro nacional de la CGT, haya bloqueos y piquetes en diferentes puntos del país.

Si bien el Presidente admitió ante sus ministros que resultará “imposible” garantizar el transporte a la población porque los gremios impedirán que haya trenes, subtes y colectivos, lo que no quiere el Gobierno es frenar la circulación de vehículos para aquellos trabajadores que decidan concurrir a sus puestos de trabajo. La mención de Macri se dio en paralelo a las amenazas que había destilado el jefe del gremio de taxistas Omar Viviani quien convocó a los afiliados de su sindicato a “dar vuelta los coches” de los taxistas que no se adhieran a la medida de fuerza.

El Gobierno tiene información de que en el paro de mañana habrá cortes de accesos a la Capital a manos de agrupaciones de izquierda, aunque ningún gremio alentó este tipo de protestas. Ante esta situación, el Ministerio de Seguridad reforzará todas los accesos a la Capital como la Panamericana, el puente Saavedra, el Puente Pueyrredón, el Puente Alsina y el Puente de la Noria para evitar que haya piquetes en esos lugares que impidan que los trabajadores puedan ir a sus puestos laborales. Así, habrá en esos centros clave de la ciudad mayor presencia de la policía Federal y de la Gendarmería.

Consultada por Infobae, la ministra Bullrich destacó: “Vamos a garantizar la libre circulación de la gente en las calles porque no queremos que nos provoquen. Queremos dejar que la gente elija libremente entre ir a trabajar o no. Y aquellos que puedan hacerlo no pueden quedarse sin viajar por un piquete o un bloqueo”.

Por otra parte, un funcionario que también estuvo presente en la reunión de Gabinete dijo que “el bloqueo esconde la falta de representación que tienen los gremios ante un paro y de esta forma el piquete se transforma en una herramienta antidemocrática que no vamos a aceptar”.

La orden de Macri es tajante y pidió a todos los ministros que desde cada lugar que les toca gobernar ayuden a que no se interrumpa la decisión de un trabajador de concurrir a su puesto laboral más allá de que no pueda ir por la falta de transporte público.

No habrá un dispositivo montado por el gobierno para disponer de ómnibus o combis para que la gente vaya a trabajar. Esta idea que en algún momento se mencionó por parte de un funcionario del gobierno fue descartada de plano. Pero, en cambio, hay decisión firme de la Casa Rosada de impedir que se corten las calles y accesos a la ciudad. También para ello, el Presidente requirió del apoyo de la policía Metropolitana a cargo del jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Este y la gobernadora María Eugenia Vidal también están alineados con la idea de Macri y darán instrucciones a sus fuerzas de seguridad para que no haya piquetes el día del paro.

En el gobierno están convencidos de que es posible quebrar el nivel extremo de acatamiento al paro convocado por la CGT con la libre circulación de las calles y una fuerte presencia policial. Esto cobrará mayor dimensión en las calles para que los taxistas se sientan tranquilos a la hora de salir a trabajar más allá de las amenazas que lanzó Viviani contra aquellos que quieran salir a conducir sus taxis. Incluso en la Casa Rosada se manejan algunas encuestas donde hay un alto procentaje de la población que se opone a la medida de un paro y quiere ir a trabajar mañana. El problema es que nadie les garantiza tranquilidad en las calles y más bien se presenta un clima de extrema hostilidad.

Fuente: Infobae

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