Se trata de Susana Aveni, quien está acusada de integrar una asociación ilícita que extorsionaba a comerciantes.

La comisaria inspector Susana Aveni, quien actualmente se desempeña en el área de Narcocriminalidad de la Policía de Ciudad, fue detenida por efectivos de Gendarmería acusada de integrar una asociación ilícita que se dedicaba a cobrar coimas a cambio de dar seguridad privada a comerciantes de Núñez y Saavedra y de extorsionar a “trapitos”. Su arresto se dio en el marco de una investigación judicial que se inició el año pasado contra la comisaría 35.

El pedido para detenerla fue del juez Ricardo Farías, quien está a cargo de la causa, tras un pedido del fiscal José María Campagnoli. El presunto jefe de la organización, el comisario Norberto Villarreal, está prófugo desde el 2 de noviembre pasado cuando el magistrado hizo lugar al pedido de detención del fiscal.

“Lo cierto es que en este caso se ha podido comprobar el espurio pago que era receptado a contramano de los mandatos legales y, además, las evidentes contraprestaciones que brindaba la cúpula de la comisaría 35° para garantizar la perpetuidad de sus ingresos”, explicó Campagnoli en el dictamen en el que pidió la detención de los imputados.

De heroína a detenida

Aveni se hizo conocida en todos los medios de comunicación en el año 2014. Cuando era titular de la comisaría 47°, la comisaria fue ascendida tras hacerse pasar por abogada en una toma de rehenes, donde logró liberar a una mujer y detener a uno de los delincuentes.

Tras ese ascenso, la oficial había sido una de las dos primeras mujeres en la historia de la Policía Federal en convertirse en jefa de una seccional de esa fuerza en la Capital Federal y cuando se inició la causa judicial, ya siendo traspasada a la órbita de la Ciudad era jefa de Circunscripción VII, área a la que pertenece la dependencia 35.

El juez Farías entiende que en esa seccional había “una asociación ilícita que extorsionaba a comerciantes de Núñez y Saavedra, a cambio de una seguridad privilegiada. Un uniformado que trabajaba en la comisaría 35ta. declaró como testigo en la fiscalía de Campagnoli y relató que ciertos comercios aportaban en forma periódica y sistemática grandes sumas de dinero exigidas por el comisario Villarreal.

Asimismo, indicó que parte de la recaudación de la caja negra era distribuida a organismos superiores como la Circunscripción VII, la Dirección General de Comisarías, que para los investigadores figura en el manuscrito secuestrado con las letras DGC y la Superintendencia de Asuntos Internos.

En el marco de la misma causa fueron detenidos la semana pasada otros dos jefes policiales: el comisario Marcelo Stefanetti y el subcomisario Hernán Kovacevich. El primero se desempeñaba en el área de Comando y Control de la Policía de la Ciudad, mientras que el otro uniformado prestaba servicios en la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina (PFA).

En la causa ya están procesados los primeros detenidos: el sargento primero Adrián Otero, el cabo Alejandro Malfetano, el sargento Sergio Ríos y el suboficial escribiente Marciano Quiroga.

Fuente: Infobae

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