Una agrupación que reúne a víctimas de abusos perpetrados por sacerdotes asegura que el religioso Carlos Buela está en la iglesia de San Teodoro.

El sacerdote argentino Carlos Buela, acusado de abusos sexuales a jóvenes seminaristas –causa reconocida por el Vaticano–, está refugiado en una iglesia de Génova, según publicó un diario italiano en base a una denuncia de la Rete l’Abuso, una agrupación que reúne a las víctimas de abusos perpetrados por curas.

El viernes, el diario La Repúbblica de Italia publicó que Buela, fundador del polémico Instituto del Verbo Encarnado en San Rafael, ubicado en el sur de Mendoza, ”se esconde en una iglesia de Génova en Italia”. La publicación sumó un video como prueba donde aparece el fundador de esta red de víctimas, Francesco Zanardi, quien va a buscar a Buela hasta la iglesia de San Teodoro, donde funciona una sede del Verbo Encarnado, pero el sacerdote “escondido” avisa por medio de otro religioso que prefiere “no hablar”. Describe el denunciante que Buela está en “un refugio blindado” en el complejo de la iglesia de San Teodoro. “Buela fue condenado por el tribunal del Vaticano por abusos a seminaristas, sin embargo para la Iglesia la sanción es permanecer en Italia, en Génova, durante un periodo de tiempo “, dijo Zanardi. Y explicó:”En Argentina las víctimas presentaron denuncias penales, pero es difícil para la Justicia perseguirlo estando en Italia”.

El sacerdote acusado de abusos sexuales sigue en contacto con su congregación a través de videos difundidos por Facebook. Según denuncia la red de víctimas, en uno de sus últimas apariciones, el cura habla de educación sexual.

En diciembre de 2016, el obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig, leyó un comunicado oficial dando cuenta de que el Vaticano admitía que Buela, fundador del Instituto del Verbo Encarnado, es culpable de abusos. “La Congregación competente de la Santa Sede determinó, conforme a procedimientos canónicos vigentes, la veracidad de las denuncias y la imputabilidad al padre Buela por comportamientos impropios con mayores de edad”, dice la Iglesia. Luego, menciona la sanción: “Le está prohibido del modo más absoluto tener comunicación con los miembros del Verbo Encarnado; tampoco puede hacer declaraciones ni aparecer en público, ni participar en ninguna actividad o encuentro, sea personalmente, o sea por cualquier otro medio de comunicación”.

Carlos Buela era hasta hace pocos años uno de los más importantes sacerdotes latinoamericanos. Seguidor de San Ignacio de Loyola, en 1984 fundó el Instituto del verbo Encarnado, también conocida como “La familia”. Su primera sede se encuentra en San Rafael, pero en su congregación se extendió al mundo con 26 sucursales en los cinco continentes.

Fuente: Clarín

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