Es la primera vez que la GBU-43 fue empleada en combate. Con un peso de cerca de 10 toneladas, es la bomba no nuclear más grande jamás creada.
Un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos fue el encargado de lanzar la bomba GBU-43, conocida como MOAB, contra un blanco de ISIS en la región de Nangarhar, en el este de Afganistán. Es la primera vez que esta arma masiva, la bomba no nuclear más grande jamás hecha, es empleada en combate, según confirmó el Pentágono. Creada para ser usada en la invasión de Estados Unidos a Irak de 2003, pesa casi 10 toneladas y está pensada para atacar trincheras e infraestructuras a poca profundidad, y no búnkers bajo tierra. Su principal característica se desprende de sus siglas, MOAB (Massive Ordenance Airblast Bomb – Bomba de impacto masivo aéreo): es capaz de matar a todas las personas en un radio de varios cientos de metros y causar afecciones respiratorias en una área significativamente mayor.
La bomba “hizo impacto con un complejo de cavernas” en el distrito de Achin, en la provincia oriental de Nangarhar, dijo el portavoz del Pentágono, Adam Stump.
El lanzamiento, que fue realizado por un Hércules C130, se reveló pocas horas después ocurrido a las 19.32 hora local (15.02 GMT), una premura poco habitual en operaciones de este tipo.
La provincia de Nangarhar, en el este afgano y cerca de la frontera con Pakistán, es la remota región que la que los yihadistas del ISIS se asentaron para ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su autodeclarado califato).
“El bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas estadounidenses que realizan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del EI-Jorasán”, explicó el Pentágono en un comunicado.
“Esta es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el ritmo de la ofensiva contra el EI-Jorasán”, explicó el general John W. Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, quien recordó que los jihadistas vienen trabajando en defensas subterráneas y búnkers.
Localización del sitio en Afganistán donde Estados Unidos lanzó su bomba no nuclear más poderosa – AFP / AFP
Estados Unidos ya realizó operaciones antiterroristas en esa zona; en una de las últimas, el 8 de abril, falleció un miembro de las fuerzas especiales en combate cara a cara con los jihadistas.
El uso de la “madre de todas las bombas”, que mata con la imponente presión de aire que genera, indicaría que la zona estaba ampliamente ocupada por operativos e instalaciones del ISIS, sin evidente presencia civil.
El Pentágono aseguró hoy que “se tomaron las precauciones para evitar víctimas civiles”, pese a que el proyectil, que es guiado al objetivo solo durante la caída, no es considerada de precisión.
Además, el uso de este proyectil es un mensaje de combate claro hacia el EI y sirve de muestra al mundo del poderío militar estadounidense.
Según CNN, el Pentágono envió drones de reconocimiento y está utilizando satélites para cuantificar el daño y resultado del lanzamiento de la bomba.