Ignacio Alfredo Pardo, quien fuera saxofonista de la banda de Vicentico, fue juzgado por un robo en una sucursal de la parrilla “La Dorita” ocurrido en 2015.
Un ex saxofonista de Los Fabulosos Cadillacs fue condenado a ocho años de prisión por liderar una banda que en agosto de 2015 cometió un violento asalto a una empleada de un restaurante de San Isidro, a quien le robaron más de 80.000 pesos con la complicidad de uno de los parrilleros del negocio que confesó haber sido el “entregador”.
Se trata de Ignacio Alfredo Pardo (52), más recordado en el ambiente del rock por su apodo de “Naco Goldfinger”, quien fue uno de los fundadores de Los Fabulosos Cadillacs, la banda surgida en los ’80 y que lidera Vicentico, donde tocaba el saxo tenor y con la cual grabó los primeros cinco discos hasta que se alejó en 1991.
La condena fue impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro, en un juicio realizado por un único magistrado, en este caso la jueza Débora Ramírez, como sucede con los casos en los que la pena no excede los 15 años de prisión.
En su alegato, el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari, quien no sólo llevó adelante el juicio sino que además fue quien estuvo a cargo de la instrucción y logró hace dos años la detención de “Naco”, dijo que Pardo era el “jefe de un clan criminal” y solicitó para él una condena de nueve años de cárcel, uno más que la pena a la que fue sentenciado.
Al elevar a juicio la causa, el fiscal Ferrari destacó que Pardo tenía un “rol estelar” ya que “a través de las jugosas escuchas telefónicas” se pudo establecer que “en todo momento se encargaba de coordinar y planificar los eventuales despojos que el clan criminal perpetraría”.
La jueza Ramírez consideró a Pardo coautor de los delitos de “robo calificado por haber sido cometido en lugar poblado, privación ilegal de la libertad calificada y encubrimiento agravado por su ánimo de lucro y su habitualidad, reiterado en tres hechos”, ya que al ser detenido, el ex Cadillcs tenía en su poder autos robados, algunos de los cuales fueron los utilizados en el asalto.
Además de Pardo, hubo otras cuatro condenadas: ocho años de prisión para Cristian Emanuel Salinas (27), seis años y medio para José Lino Figueroa (55), cinco años para Leandro Gabriel Ibarra (31) y tres años, pero de ejecución condicional, para Jonathan Javier Olmedo (23).
Es que Olmedo era el parrillero del restaurante “La Dorita” de San Isidro donde se inició el asalto y al confesar en la causa su participación como “entregador” del hecho, colaboró con la Justicia y por ello obtuvo una condena menor que ya le permitió recuperar la libertad.
El robo ocurrió alrededor de las 10 de la mañana del lunes 24 de agosto de 2015 en la sucursal que la exclusiva cadena de parrillas “La Dorita” tiene en la zona del bajo de San Isidro.
La víctima fue la contadora Elisenda Judith Espínola, quien pasó a retirar la recaudación del fin de semana por el local ubicado en la calle Tiscornia 1040 de San Isidro.
La mujer pidió un remís para retirarse con los 82.178 pesos, pero en vez de abordar el auto de la agencia a la que habían llamado, por la puerta del local pasó un falso remisero que, según lo determinado en el juicio, era el imputado Figueroa, con un Ford Focus, al que la víctima se subió confiada.
El auto se detuvo a cien metros, en una parada de colectivos, para ser abordado por otro de los imputados, Salinas, quien la golpeó y la amenazó diciéndole: “Somos profesionales. Te vamos a robar y tirar en una villa. Si no nos das la plata, te vamos a pegar un tiro”.
Los delincuentes amenazaron a la mujer con torturarla con una picana eléctrica que le exhibieron y Espínola fue llevada hasta la vecina localidad de San Fernando, donde la liberaron luego de sacarle todo el dinero en efectivo y efectos personales.
Según demostró el fiscal Ferrari, “Naco Godfinger” coordinó todo el operativo y junto al imputado Ibarra supervisó el asalto desde un Peugeot 406 que actuó como auto de apoyo.
Uno de los elementos clave fue la confesión que, al ser detenido, brindó el imputado Olmedo, quien era parrillero en “La Dorita” y contó que conocía a Ibarra porque habían trabajado juntos en el restaurante.
El empleado gastronómico dijo que dos meses antes del robo, Ibarra le mandó un mensaje y se encontró con él para ofrecerle participar del asalto a la contadora, a cambio de 3.000 pesos que nunca cobró.
Olmedo confesó que el día del hecho, él fue quien le avisó a Ibarra con un mensaje de texto que la contadora ya tenía “la valijita” y que acababa de pedir un remís, y así la banda de “Naco” concretó el asalto.
Por esta causa, Pardo fue detenido el 7 de octubre de 2015 por policías de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro en un allanamiento realizado en su casa de la calle Luis María Campos al 500, del exclusivo barrio de La Horqueta, de donde trató de escapar por los techos.
El 26 de febrero de 2014, Pardo ya había sido detenido en una casa que alquilaba en el barrio San Isidro Labrador de Benavídez, partido de Tigre, acusado de ser el “entregador” de un par de robos a mano armada cometido ocho días antes en ese country.
Por esa causa, el Tribunal Oral Criminal (TOC) 5 de San Isidro le había otorgado una “probation” con una pena de 3 años de prisión en suspenso, pero ese beneficio le fue revocado cuando quedó preso por el robo en “La Dorita”, por lo que ahora deberá ser juzgado en otro debate por lo de Benavídez y podría incrementar su condena.