Varios funcionarios hablaron sobre el incidente que le ocurrió al presidente este fin de semana en su ciudad natal. Apuntan al kirchnerismo.

“Hay un plan sistemático”. La definición es de Hernán Lombardi, director del Sistema de Públicos, sobre el episodio que vivió el presidente Mauricio Macri cuando el sábado último, en Tandil -en momentos en que estaba con su esposa, Juliana Awada y su pequeña hija Antonia-, fue increpado por un puñado de militantes kirchneristas que se acercaron al vehículo con consignas contrarias al gobierno. La difusión de esas imágenes este fin de semana volvió a llamar la atención y a generar preocupación en algunos funcionarios sobre la seguridad en torno al primer mandatario.

Sobre este incidente, que ocurrió mientras otro grupo de simpatizantes del Presidente se acercaban a saludarlo y sacarse fotos, también hablaron la vicepresidenta Gabriela Michetti, y el ministro de Cultura, Pablo Avelluto. En los tres casos, el común denominador fue el reconocimiento de una tensión entre la voluntad de Cambiemos de evitar los grandes dispositivos de seguridad para “no distanciarse de la gente” y la necesidad de preservar la seguridad del jefe de Estado.

“Los que escrachan son fascistas. Ahora no se está viviendo tiempo de restricción de libertad, por eso digo que los que escrachan son fascistas. Pero el objetivo último que tienen es aislar al gobierno de la gente y meter miedo”, afirmó esta noche Lombardi, en el canal de televisión América. Y agregó: “Ellos buscan que te aisles, es una tensión que hay que resolver de la forma más inteligente posible, porque no son episodios aislados, hay un plan sistemático, como lo hicieron con lo que le pasó a la gobernadora María Eugenia Vidal, que fueron a la noche a la casa en la que vive con sus hijos”.

Para Lombardi, “cuando sos Presidente de la Nación hay que responder a determinadas normas sobre la propia seguridad, porque es la seguridad de Estado, pero nosotros podemos tener contacto con la gente a cara descubierta porque somos tipos honorables”.

Por su parte, la vicepresidenta Gabriela Michetti también se refirió a los insultos contra Mauricio Macri en Tandil: “Te da una enorme pena; son poca gente, no hay que darles tanto lugar. Fijate lo que pasó el sábado 1 de abril, con total tranquilidad, la gente salió a manifestarse en paz por la paz; la mayoría de los argentinos quiere eso”.

Siguió respecto al tema de la seguridad presidencial: “Queremos dar ejemplo de austeridad, como achicar gastos en custodia; queremos mostrar que queremos ser funcionarios normales, no que estamos encumbrados, pero sucede que algunos piolas se aprovechan de eso”.

Y amplió: “Siempre tiendo a pensar que es mejor atravesar por esa situación, pero siempre dar ejemplo de que uno es una persona normal que está trabajando de esto y no llenarse de seguridad. Tenemos que pensar en ese equilibrio, que es ser cuidadoso de lo que representamos y de hecho lo somos, pero también necesitamos que la gente sepa que somos personas comunes y corrientes”.

Por último, Pablo Avelluto llamó la atención sobre el kirchnerismo y el planteo que surgió desde varios de sus referentes, que hablaron de peligros de ruptura institucional y hasta de “guerra civil” en el país. “Hay sectores que fantasean con una ruptura institucional. Es una idea que puede anidar en algunos sectores de la Argentina. Hay kirchneristas que lo quieren y no lo ocultan, que hablan de guerra civil, pero creo que es una idea trastornada propia de gente que ve una realidad distinta de la que ve la mayoría de la gente”.

Fuente: Clarín

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