Cada vez que habla en conferencia de prensa Jorge Sampaoli trata de ubicar cada palabra de una manera políticamente correcta para no herir susceptibilidades andaluzas. Se cuida de no hablar de más, de no decir nada que lo exponga ante el público del Sevilla. Pero, por más que se esmere, el pelado de Casilda no puede tapar el sol con un dedo. Ayer, antes del partido que su equipo (marcha cuarto en la liga y se está clasificando a la fase previa de grupos de la Champions League próxima) afrontará hoy a las 16 contra el Granada de local, el futuro técnico de la Selección argentina no pudo hacerse el desentendido: “Sé que hay un interés y sé que se dice que soy el elegido, pero tendrán que esperar los tiempos que correspondan para no dañar a nadie. Hacerlo ahora sería dañar al Sevilla”, aceptó. Y deslizó: “Si un jugador puede irse por la cláusula, ¿por qué no puede hacerlo un entrenador?”.
Los dirigentes del club de Andalucía saben que Sampaoli se irá. Lo escucharon de su boca en una reunión picante que se produjo esta semana. En esa charla hablaron sin tapujos y el director técnico les marcó la cancha. “Cuando ustedes me vinieron a buscar el año pasado yo tenía un acuerdo de palabra con el Granada”, les recordó. “Además, ustedes también ya están buscando un nuevo director deportivo y un nuevo entrenador, vamos…”, les dijo como para advertirles que nadie está libre de pecado para tirar la primer piedra… Después de los chispazos pactaron llegar en paz hasta el final de la temporada.
Es por eso que Sampaoli desmintió reuniones y contactos formales argumentando que “no tengo ni tiempo ni capacidad para pensar en dos cosas a la vez”. En la AFA estarían pensando en blanquear que es el elegido por estas horas. Puede decir lo que quiera en los micrófonos, Sampa, pero como canta su amigo Pato Fontanet en la canción de Callejeros que él mismo citó (a su manera) ayer, la única ver dad está en la calle. Y puertas afuera del Sevilla, el DT nacido en Casilda, cuando no está ocupado diagramando el siguiente compromiso del torneo español, va anotando en su borrador celeste y blanco las ideas para cuando desembarque en el conjunto nacional, a fines de mayo.
1. ¿Renovación?
A pesar del clamor popular por pasar la escoba y barrer con ciertos nombres, el entrenador considera que más que una limpieza general lo que se necesita es trabajar en la autoestima del grupo, que sufrirá algunas modificaciones. Ezequiel Lavezzi no está en su consideración por participar en un fútbol no competitivo como lo es el chino. Lo mismo corre para Carlos Tevez, que no volverá a vestir la celeste y blanca al menos mientras siga en Asia. Tite no piensa igual en Brasil: Paulinho y Renato Augusto juegan en China y son titulares en su equipo. Mauro Icardi tendrá su chance, mientras que Sergio Agüero deberá remarla de atrás para hacerse un lugar. Javier Mascherano pasaría a la defensa, como en Barcelona. Gonzalo Higuaín, Angel Di María y Ever Banega son de su gusto y seguirán. Paulo Dybala jugará para asociarse a Lionel Messi. Y el plus del buen uso de sus pies le brindará a Nahuel Guzmán la chance de ganarle el arco a Sergio Romero. Todo estaría enmarcado en el esquema táctico preferido del DT: un 3-3-1-3 volátil.
2. Objetivo inmediato: clasificar
Para conseguir el pasaje al Mundial de Rusia 2018 (hoy Argentina está en zona de repechaje), Sampaoli buscará crear una conciencia de equipo y así afrontar sin Messi los próximos tres partidos de Eliminatorias. Para ello tiene en mente trabajar en la semana en Ezeiza con un grupo de futbolistas del ámbito local, que ya empezó a observar fecha tras fecha. Ricardo Centurión es, por caso, un nombre que lo desvela. Para reforzar esta idea, a los amistosos con Brasil y Singapur (el 9 y 13 de junio) citaría solamente jugadores del fútbol argentino y sudamericano. Eso sí, para los duelos por los puntos con Uruguay y Venezuela les sumará a los que juegan en Europa.
3. Amor por la camiseta
Repite Sampaoli en su círculo íntimo: “Hay que volver a sentir la bandera de nuestro amado país reflejada en el fútbol”. El casildense, que se fue en 2002 a dirigir al exterior pero nunca perdió su arraigo por el país, considera fundamental lograr que, no sólo sus dirigidos tengan una identificación por la camiseta, sino el público. Reconciliar a la gente con la Selección es uno de sus desafíos.
4. El cuerpo técnico
De Sevilla vendrá con Matías Manna, Lionel Scaloni (asistentes), Jorge Desio (preparador físico) y Martín Tocalli (entrenador de arqueros). Están encaminadas las charlas para sumar a Pablo Aimar, que no irá con Eduardo Coudet a México. El Payaso era el ídolo de Messi de chico y tiene un fuerte arraigo con la Selección.
Sampa también intenta seducir a Gabriel Milito para que se transforme en su primer colaborador, en el “arquitecto”, como le dice el pelado al hombre que ocupa ese cargo. Difícil, pero no imposible. La Brujita Verón lo quiere en el Sub 20.
5. Los juveniles. No tiene intención de involucrarse en las juveniles, como había trascendido. Lo que sí planea es armar un grupo de sparrings propios (serían categoría ‘99) para que trabajen sólo con los mayores en cada convocatoria.
Fuente: Clarín