Le ganó 4-0 a Aldosivi con goles de Pavón, Centurión, Gago -penal- y Silva. Si el equipo de Guillermo supera el miércoles a Olimpo logrará la ansiada vuelta olímpica.
Boca sabía que su escala en Mar del Plata no era una más en esta recta final rumbo al campeonato. Era dar el paso fundamental. Era consolidar lo que había hecho hace un par de semanas contra Independiente. Era dejarle un mensaje a River y también a Banfield, que había ganado el viernes y le quitaba la posibilidad de gritar campeón este fin de semana.
Por todo esto, el equipo de Guillermo Barros Schelotto salió decidido a acorralar a Aldosivi. Los locales optaron por una postura peligrosa: se tiraron atrás demasiado rápido. De arranque nomás el conjunto Walter Perazzo estaba agrupado en su área y se dedicaba a resistir los ataques de Boca.
Todo era de Boca. Con Fernando Gago muy activo, manejando los hilos del mediocampo, con espacio para progresar en campo contrario. Y con Pavón y Centurión como wines, estirando la cancha para poder entrar por los costados ante un bloque defensivo muy nutrido.
El dominio se tradujo en llegadas. Porque Aldosivi defendía pero lo hacía sin criterio. Y Boca empezó a cocinar el primero.
Lo tuvo Darío Benedetto con un cabezazo que salió besando el poste tras un gran pase de Gago. Pero fue un bombazo de Pavón el que rompió el cero. Otra vez la jugada la arrancó Gago y Pavón desde 30 metros sacó un latigazo cruzado que se clavó contra el palo derecho del arquero.
En una ráfaga, el líder mostraba su chapa. Y el castillo defensivo de Aldosivi se desplomaba.
Lo desarmó Boca. Y golpeó en el momento justo para irse al vestuario con dos tantos de ventaja.
El segundo tiempo fue un trámite. Aldosivi tenía una responsabilidad que no podía asumir. Llevaba la pelota, intentaba avanzar pero nunca lograba llegar con peligro. La única clara fue de Pablo Lugüercio, con un cabezazo que dio en el palo tras una pelota parada.
Y poco más. Porque Boca ya tenía los tres puntos en el bolsillo. Y los “neutrales” armaban su propia fiesta gritando por la vuelta olímpica.
Un nuevo error del arquero local generó el 3-0 final. Vega tapó el remate de Pavón pero en el rebote derribó a Centurión y Patricio Loustau cobró el clarísimo penal que convirtió Gago.
Y el cuarto fue de Jonathan Silva, que coronó con un zurdazo seco otro gran pase de Gago, la figura del partido.
Goleó Boca. Festeja Boca. Palpita el título Boca. Le sacó cinco puntos a Banfield y si River le gana el domingo a Racing podrá ponerse a cuatro cuando faltarán seis por jugar.
Pero el miércoles ante Olimpo en Bahía Blanca el equipo de Guillermo tendrá su gran chance: si gana grita campeón. Si gana deja atrás un campeonato tan largo como complicado. Si gana se sacará la espina que empezaba a molestarle al Mellizo. Para la gloria sólo le falta un pasito.