La Unidad Funcional de Instrucción Nº 14 de Delitos Sexuales de San Martín pidió la detención del cura Carlos Eduardo José, acusado por diversas personas de haber abusado sexualmente de menores.
La decisión de la fiscalía llegó luego de que una nueva prueba acelerara la realización de un allanamiento, que derivó en el pedido de detención del cura que trabajaba en colegio San José Obrero de la localidad bonaerense de Caseros.
En los últimos días, el cura José fue denunciado por dos ex alumnas de esa escuela, que aseguraron que “cuando me llevaba a confesar me hacía sentarme en su pierna y ponía su mano en mi zona” y que “me agarraba con el motivo de enseñarme a nadar y por debajo del agua me manoseaba”.
Se trata de Mailín Gobbo y de Jazmín, las dos jóvenes que denunciaron en abril de este año al cura, que fue inmediatamente imputado por la FiscalÍa Nº14 de San Martín. En el caso de la primera joven, tuvo que ser su madre la que realizara formalmente la presentación judicial, ya que la joven necesitó de muchos años de terapia psicológica para asumir lo que le había pasado y animarse a denunciar al religioso, que era cercano a su familia.
Luego de que se conociera la noticia, más de veinte curas de San Martín se expresaron que “amor a la Iglesia no es complicidad con lo injusto”. “Durante mucho tiempo, los silencios cómplices han hecho mucho mal en la Iglesia. Nos hemos dañado, hemos mirado para otro lado, no nos hemos puesto del lado de las víctimas”, agregaron.
En esta línea, explicaron: “La madurez en la vida cristiana nos impulsa
a no confundir fidelidad con silencio cómplice, amor con negación de la realidad. Es nuestro deseo que los curas de San Martín hubiésemos estado al tanto de lo que realmente pasaba en el momento en que era necesario saberlo. La verdadera caridad exige justicia, y por eso queremos un estilo pastoral donde siempre nos manejemos con transparencia, denunciemos lo injusto, protejamos al débil, busquemos la verdad y pidamos lo justo”.