-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace rodeado de bozales y con esa camiseta de maratonista? Esta vez me tiene desconcertado porque no encuentro relación alguna entre esos elementos…
-Bueno, ejercite la mente un poco más. Deje de lado la ley del menor esfuerzo…
-Está bien, pero no se me lo sulfure. Mejor cuénteme de qué se trata la cosa, que con el frío no coordino.
-Usted no coordina en ningún clima, amigo. Le estoy por contar dos chismes…
-Arranque nomás con los bozales.
-Resulta que los tengo para vendérselos a Cano.
-¿En serio?
-Sipi.
-¿Por qué?
-Me contaron que tiene miedo de andar entre “Animales Sueltos”.
-Ja, ja, ja… ¡Usted no sirve, Eduard! Ya deje de mofarse del mal desempeño que tuvo con el panel de Alejandro Fantino.
-No me estoy mofando. Estoy tratando de darle alguna solución para la próxima vez.
-Usted debe saber más de la presencia de Cano en ese programa de televisión.
-Era el broche de despedida del Plan Belgrano. La Nación le pagó su presencia allí…
-Pero, si fue un fiasco.
-¿No escucha lo que le digo?
-¿Qué cosa?
-La Nación le pagó su presencia, pero la máquina de humo no funciona entre periodistas de ese calibre, mi estimado amigo.
-En eso tiene razón. Feinmann lo cruzó feo.
-Sipi.
-¿Y qué me dice de la remera de la maratón?
-Me queda medio ajustada porque me la regaló Mariela Ovejero.
-¿Quién es ella?
-La deportista bandeña que ganó en el rubro femenino de la Maratón Independencia.
-¿Y eso qué tiene que ver con la política?
-Que Cano y Camperito se querían cortar las venas, mi estimado.
-¿Por el triunfo de una mujer?
-No, porque ella agradeció a Darío Monteros, el intendente de Banda del Río Salí. Y lo hizo en dúplex en los canales de aire.
-Ja, ja, ja, hoy se merece el cafecito.
-No le dije que me tomé un “champú” a su cuenta.
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!