Tomar té de ruda cada 1 de agosto es una tradición que surge de nuestros ancestros. Los indios guaraníes ya habían reconocido las capacidades medicinales de la planta y la utilizaban contra los parásitos y determinados malestares gastrointestinales. De la misma manera era muy útil para calmar la irritación de picaduras de bichos y alimañas.
La elección del 1 de agosto tiene un significado especial, es el día en que se honra a la Pachamama y marca el comienzo en que el invierno comienza a retroceder en busca de la primavera.
Sirve también para “espantar los males del invierno” ya que los pueblos originarios creían que durante este mes se producían muchas muertes en la población y en el ganado a causa del frío.
Todos coinciden en que debe ser en ayunas para atraer salud y la suerte y alejar los maleficios.