El delantero pasó este lunes por la Clínica Rossi y fue inspeccionado por médicos alemanes; también llegaron al país el manager deportivo, un abogado y un traductor.
on cada hora que pasa, el destino de Lucas Alario parece estar más lejos de Núñez. Tras jugar los 90 minutos ayer en el duelo ante Temperley y no hacer declaraciones sobre su futuro, el delantero acudió este mediodía a la Clínica Rossi para realizarse la revisión médica bajo la atenta mirada de dos médicos que envió Bayer Leverkusen de Alemania. Ya no hay más dudas: el club estaría dispuesto a desembolsar los 24 millones de euros brutos para ejecutar la cláusula de rescisión del delantero, quien ya manifestó que la propuesta lo seduce, tras dos años formidables en River, en los que anotó 41 goles en 82 partidos y consiguió cuatro títulos.
Vestido con un jean azul oscuro, remera blanca, zapatillas grises y gorra negra, Alario volvió a optar por no hablar a la salida de la clínica, se subió a un auto negro y partió hacia el predio de Ezeiza, donde el plantel se entrena desde las 16 -los suplentes juegan un amistoso con Aldosivi-. La misión de los médicos alemanes es poder comprobar que el futbolista se encuentra en condiciones, especialmente en su rodilla izquierda, aquella en la que River detectó anomalías que retrasaron su pase desde Colón y terminó derivando en la compra de un porcentaje inferior al inicial establecido -era 50% y pasó a ser 30%, con la compra de otro 30% al año siguiente- gracias a la insistencia de Marcelo Gallardo para adquirirlo.
Pero no todo se realizó en buenos términos: River no autorizó la revisión médica, envió un escribano para constatar lo que ocurría y los dirigentes no descartan demandar a Pedro Aldave, representante del jugador, y al club, que envió desde Alemania al manager deportivo Jonas Boldt, un abogado y un traductor para cerrar la operación. La intención de Leverkusen es clara: de pasar sin problemas la revisión, buscarán acelerar a fondo por el delantero, ya que el delantero finlandés Pohjanpalo está lesionado y no jugará por un mes. Hoy, el turco Admir Mehmedi y Kevin Volland son los titulares, mientras que Stefan Kiessling y el jamaiquino Leon Bailey son los suplentes.
Alario manifestó la semana pasada su deseo de irse. Anoche, ante Temperley, jugó el que pudo haber sido su último partido con la camiseta de River
Ahora, el problema pasará por cómo se desarrolla la negociación. Como River posee el 60% del pase de Alario y los derechos federativos, ayer tomó fuerza la versión de que los alemanes negociarían con Colón, dueño del 40% de la ficha, la posibilidad de abonar menos. ¿Cómo se daría? La institución sabalera resignaría parte de los 7,2 millones de euros que le corresponden por la cláusula -devolverían cerca de 4 millones- para que Leverkusen pague menos y así cerrar la operación en el presente mercado de pases, ya que el libro cierra el próximo jueves.
En Santa Fe no tendrían problema en recibir menos, ya que luego del 30 de junio de 2018, si el joven de 24 años no es vendido, el Millonario podrá comprarle el 40% por solo 1,6 millones de dólares. Pero todo está por resolverse, ya que Colón se encuentra dentro del concurso de Salvataje Deportivo y necesita la autorización de la jueza Ana Rosa Alvarez, quien interviene en la causa.
Allí surge una pequeña ventana de aire en el deseo de River para mantener al delantero. En caso de partir, como no anotó a nadie el viernes pasado cuando cerró el libro de pases del fútbol argentino, Gallardo deberá afrontar el semestre con Scocco, Borré, Auzqui y Larrondo como únicas cartas de ataque.
Fuente: Canchallena