La mediática salida de Lucas Alario al Bayer Leverkusen dejará una buena cantidad de dinero en las arcas de River (poco más de 10 millones de euros), pero también producirá un hueco difícil de llenar en la ofensiva del cuadro conducido por Marcelo Gallardo.
El Millonario, además del Pipa, vendió a Sebastián Driussi, su otro delantero estrella, al Zenit de Rusia y Marcelo Larrondo y Rodrigo Mora se encuentran actualmente fuera de las canchas por diversas lesiones. Ante este panorama, en ofensiva solamente poseen a Ignacio Scocco, Rafael Santos Borré y Carlos Auzqui.
La entidad de Núñez no anotó a nadie, por lo que no podrá incorporar a ningún futbolista hasta fin de año para jugar el torneo local. Sin embargo, existe una posibilidad: traer un atacante para disputar la Copa Libertadores. Esta variante solamente será posible en caso de que River elimine a Jorge Wilstermann y acceda a semifinales, instancia en la que se puede volver a modificar la lista de buena fe.
El TMS (Sistema de Correlación de Transferencias), periodo que otorga la FIFA a cada federación local como plazo para transferir jugadores en la Argentina, está abierto hasta el domingo 17 de septiembre.
Este futbolista, que no podrá ser utilizado para el torneo pero sí en la Copa, deberá ser argentino, ya que River no tiene cupo de extranjeros disponibles.
Ante este panorama, los nombres que surgen son los de tres futbolistas: Darío Cvitanich (el punta de Banfield fue sondeado en el último mercado de pases), Silvio Romero (el goleador del América de México es una vieja debilidad de la dirigencia y Marcelo Gallardo) y Lucas Pratto (San Pablo).
Fuente: Infobae