Tener una buena idea es sólo el primer paso a la hora de emprender. Luego sigue un largo camino, que incluye crear la sociedad, armar un plan de negocios y conseguir financiamiento.
Plan de negocios
El primer paso es realizar un buen plan de negocios, con el asesoramiento de profesionales que sepan identificar necesidades, hacer estudios de mercado y proyectar y cuantificar los costos ocultos que siempre existen en todo negocio. Es fundamental porque muchas veces por proyectar mal la necesidad financiera los emprendedores se quedan sin fondos y llevan el emprendimiento al fracaso.
Empresas en un día
Por la nueva ley de emprendedores (que ya fue sancionada pero no reglamentada), desde septiembre se podrá crear una empresa en 24 horas y por Internet. Se trata de un modelo de sociedad simplificada para que puedan constituir el CUIT, abrir una cuenta bancaria y crear una sociedad con un capital mínimo de dos salarios mínimos en tan solo un día. Además, la sociedad puede estar integrada por un único socio.
Los primeros fondos
La tarea de conseguir fondos muchas veces comienza por el entorno del emprendedor, lo que en la jerga se conoce como las “tres F” que viene del inglés de Amigos, Familia y Tontos (Friends, Family and Fools). Las dos primeras hacen referencia a los amigos y a la familia del fundador o los fundadores. La última “F”, la de los tontos o locos, se refiere a aquellos inversores que sin ser expertos apuestan por el proyecto.
Por otro lado, la nueva ley de emprendedores prevé préstamos a tasa 0% para quienes estén iniciando proyectos productivos.
También están las líneas especiales de los bancos para emprendedores, por ejemplo, con montos de $ 500.000 y plazos de 24, 36 y 48 meses. Además, hay líneas de adelantos que permiten facilitar la operatoria financiera de los emprendimientos.
Internet también es una fuente de financiación. Por ejemplo, Afluenta, la plataforma de préstamos entre personas, es uno de las opciones. De hecho, según la firma, el 11% de las solicitudes tienen como destino específico iniciar una actividad independiente o invertir en un negocio propio. Por ejemplo, por un crédito de $ 500.000 se pueden pagar 48 cuotas de unos 25.000 a 30.000 en promedio con un buen perfil crediticio.
Por último, una alternativa muy buscada para la etapa inicial es el llamado Fondo Semilla, que apunta a proyectos innovadores para el país y para la región, a través de asistencia financiera y técnica que brindan incubadoras que están a cargo de la evaluación, capacitación, mentoreo y acompañamiento de los proyectos.
Elevator Pitch
Un último consejo: todo emprendedor debe tener preparado lo que se conoce como elevator pitch: es decir, contar el proyecto en lo que dura un viaje en ascensor. porque nunca se sabe cuándo ni dónde puede encontrarse con un inversor.
Fuente: La Nación