Decenas de miles de catalanes desafían a las autoridades españolas el domingo al intentar votar en un referéndum de independencia suspendido por la Justicia, lo que despierta temor a que haya disturbios en la rica región mediterránea. La consulta, que el Gobierno español considera ilegal, ha sumido al país en la peor crisis institucional en décadas y ha tensado las relaciones entre Madrid y Barcelona.
La Policía y la Guardia Civil españolas intervinieron en el colegio electoral donde estaba anunciado que votaría el presidente de la región de Cataluña, Carles Puigdemont, en la localidad de Sant Julià de Ramis (Girona), con el objetivo de requisar urnas y papeletas de voto. Sin embargo, Puigdemont evitó su sede asignada y depositó su voto en Cornellá de Terri.
16.50 (14.50 GMT): La alcaldesa Barcelona, Ada Colau, informó que “ya hay más de 460 heridos” en la región y exigió el fin inmediato de las “cargas policiales contra la población indefensa”.
16.10 (14.10 GMT): Un juzgado catalán anunció que comenzó diligencias contra los Mossos d’Esqueadra por “desobediencia” al negarse a cerrar los centros de votación.
15.55 (13.55 GMT): Ante la negativa de La Liga de fútbol de aplazar el partido, el club Barcelona informó que el partido ante Las Palmas se juega a puertas cerradas
15.40 (13.40 GMT): Los servicios de salud confirmaron que atendieron a 337 personas en hospitales, de los cuales 90 presentaban heridas o contusiones, uno de ellos de gravedad en el ojo.
15.25 (13.25 GMT): A una hora del partido, todavía no se sabe si se jugará el encuentro entre Barcelona y Las Palmas. El equipo visitante planeaba usar una bandera española en su camiseta. El local pidió la suspensión, pero analiza jugar a puertas cerradas. La hinchada culé amenazó con invadir el campo de juego.
15.20 (13.20 GMT): Continúan circulando en las redes los videos de la dura represión de la Guardia Civil.
14.24 (12.24 GMT): El gobierno catalán reportó que hay 337 personas heridas o con contusiones y pidió a los afectados que presenten la denuncia.
14.20 (12.20 GMT): La vicepresidente del Gobierno de España, Soraya Saenz de Santamaría, defendió las tareas de las fuerzas de seguridad. “Continuar esta farsa no tiene ningún sentido”, aseguró.
13.21 (11.21 GMT): El Ministerio del Interior informó que 11 agentes de las Fuerzas de Seguridad resultaron heridos en los desalojos, todos ellos leves. Nueve pertenecen a la Policía Nacional y dos a la Guardia Civil.
12.59 (10.59 GMT): Luego de que la conexión a Internet y el llamado “censo universal” fueran desactivados por la Guardia Civil, el gobierno de Cataluña habilitó un sitio web en el cual asegura que se podrá votar hasta las 23.59 de este domingo a través de un formulario que aún no parece operativo.
12.20 (10.20 GMT): Las fuerzas de seguridad “están actuando con proporcionalidad y manteniendo el objetivo, que es el material, no las personas”, aseguró Enric Millo, delegado del Gobierno en Cataluña.
12.15 (10.15 GMT): El futbolista Gerard Piqué compartió una foto al momento de votar. “Juntos somos imparables defendiendo la democracia”, escribió.
11.55 (9.55 GMT): El gobierno español cortó la conexión en los centros de votación y cuestionó la rigurosidad del referéndum
11.47 (9.47 GMT): El gobierno catalán reportó 38 heridos por las cargas policiales, tres de ellos con cierto grado de gravedad, uno de los cuales recibió un impacto en el ojo con bala de goma y entró al quirófano en el hospital Sant Pau.
11.30 (9.30 GMT): El ministro español del Interior, Juan Ignacio Zoido, pidió a los promotores del referéndum ilegal en Cataluña que “recuperen la razón” y vuelvan al marco legal, sin dañar el Estado de Derecho. “Si querían tener una foto ya la han conseguido, ahora que vuelvan a recuperar la razón”, añadió el ministro.
El portavoz del gobierno regional catalán Jordi Turull anunció que existirá un “censo universal” que permitirá a los electores votar en cualquier punto de Cataluña, sin sobre y con papeletas impresas en sus casas. Posteriormente, informó que se estaba votando en el 73% de las mesas.
Tras esta decisión, el gobierno español dijo que la consulta era un “bochorno electoral”. Luego, informó que había desactivado el llamado “censo universal” utilizado por el Gobierno de Cataluña para corroborar que no haya fraude en el referéndum, impidiendo un mínimo de rigor en la consulta popular.
Desde cuatro horas antes del comienzo del voto (9 am, 7 GMT), centenares de ciudadanos empezaron a reunirse pacíficamente ante los centros de votación con el objetivo de protegerlos del cierre ordenado por una juez.
Alrededor de las 7 (5 GMT) policías catalanes comenzaron a acercarse a los colegios electorales para hablar con los manifestantes que los ocupan, sin recurrir a la fuerza, reportaron durante la madrugada del domingo medios españoles. Posteriormente, los oficiales comenzaron a desalojar varios puntos de votación.
La justicia ordenó el miércoles que la policía regional desalojara a los manifestantes antes de las 06H00 de la mañana, ayudados eventualmente por la Guardia Civil y la Policía Nacional, que disponen de un despliegue de alrededor de 10.000 agentes de refuerzo en la región.
Horas antes, en una muestra de cómo ha polarizado la votación a la sociedad, miles de manifestantes se reunieron en las principales ciudades de España, incluida Barcelona, para expresar su oposición al intento de Cataluña de escindirse.
En la región, cientos de partidarios del referendo pasaron el día con sus hijos jugando fútbol, a juegos de mesa y al ping pong en colegios que tradicionalmente se usan como centros de votación, con el objetivo de mantenerlos abiertos hasta la apertura de las urnas a las 09.00 horas (07:00 GMT) del domingo.
El Gobierno español dijo que sólo un pequeño porcentaje de los centros permanecían ocupados y que había verificado que la mayoría de los más de 2.300 habilitados para la convocatoria permanecían cerrados.
En aquellos en los que había personas reunidas, los padres llevaron sacos de dormir para pasar la noche.
“No entendemos cómo no podemos expresar de forma pacífica la expresión más simple de la democracia, un voto“, dijo Pablo Larrañaga, en un colegio de Barcelona rodeado de padres y niños pequeños.
“No sabemos qué va a pasar mañana. Vamos a intentar votar de la única forma que sabemos, que es de forma pacífica”, añadió.
No está claro si el referendo se llevará a cabo, con el gobierno regional determinado a que se celebre y la insistencia de Madrid en que lo impedirá.
La votación no tendrá valor vinculante porque ha sido suspendido por el Tribunal Constitucional a petición del Gobierno español.
Una minoría de alrededor del 40 por ciento de los 7,5 millones de catalanes apoya la independencia, según los sondeos, aunque una mayoría es partidaria del referendo sobre el tema.
BANDERAS DE ESPAÑA
Es probable que, si el referendo se lleva a cabo, el “sí” gane por mayoría, dado que la mayor parte de los que apoyan la independencia acudirán a votar, mientras que los que están en contra se quedarán en casa.
La policía vigilaba los colegios habilitados para votar y ocupó el centro de telecomunicaciones del gobierno regional, en un intento de impedir que el referendo siga adelante a través del voto telemático.
La policía regional, los Mossos d’Esquadra, es la encargada de realizar esa labor y ha dicho que actuará con proporcionalidad. Sin embargo, el Gobierno español ha reforzado de policías y guardias civiles la región para asegurar que se cumpla la resolución judicial y se pare la consulta.
Un portavoz del Gobierno español dijo que dependería de la policía cómo llevar a cabo la orden de desalojar los centros el domingo.
Los organizadores instaron a los votantes a llegar a las 05.00 a los colegios para hacer fila hasta su apertura. Los votantes deben mostrar resistencia pasiva ante la acción policial, según los organizadores.
Por Jordi Rubio (Reuters)