La polémica empezó ayer temprano, ante versiones del hallazgo de dos elementos que podrían ser clave para ayudar a esclarecer la desaparición de Santiago Maldonado: su mochila, y un celular. Y es que, según la versión, el hermano de Santiago, Sergio Maldonado, los había obtenido de los mapuches, para aportarlos al juez de la causa. Pero la expectativa tuvo límites por la tarde, cuando la familia Maldonado salió a aclarar que esa mochila, efectivamente recuperada por su hermano Sergio para ser entregada al magistrado, lo mismo que un celular cuyos llamados y sms ya habían sido investigados, no se trataban de pertenencias que portaba Santiago al momento de su desaparición, el 1° de agosto pasado.
La familia bajó así el tono a la relevancia de esos supuestos hallazgos, lo mismo que su importancia para la causa que tramita el juez federal de Rawson, Gustavo Lleral, quien a diferencia de su antecesor, Guido Otranto -apartado por la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia- viene dando pasos de recomposición de la relación con los Maldonado (en Esquel recibió en declaración a Sergio la semana pasada) e incluso con los mapuches, a los que en actitud inédita visitó hace unos días en el “puesto de vigilancia” del ingreso a la comunidad Pu Lof en Resistencia. En ese lugar fue visto por última vez Santiago el 1° de agosto, según los testimonios que obran en la causa, y denunciaron los mapuches -y la familia- que “fue llevado por la Gendarmería” luego de que gendarmes pasaran la tranquera y entraran a terrenos del Pu Lof, tras desalojar un corte de ruta que los mapuches hacían en la ruta 40 en reclamo de la libertad del lonko Facundo Jones Huala, preso en Esquel a la espera de un juicio de extradición a Chile.
“Ante las versiones que circulan en algunos medios de comunicación en el día de hoy, creemos necesario expresar que pocos días después de la desaparición de Santiago, Sergio concurrió a la casa donde vivía su hermano y retiró algunas pertenencias personales de Santiago entre la que se encontraba una mochila de tatuador con elementos para tatuar y otras pertenencias”, indicó la familia Maldonado en un comunicado.
“Cabe aclarar que no es la mochila que Santiago portaba en el momento de su desaparición y la cual es motivo de investigación”, agregaron. La mochila fue encontrada por Sergio en la biblioteca popular donde paraba el joven, en El Bolsón.
“Asimismo le fue entregado un celular con el que Santiago se comunicaba con su familia, este teléfono sólo contiene sms y llamadas que ya fueron analizadas en los primeros días de la investigación. Y no es el teléfono con numeración de Chile que portaba al momento su desaparición”, completaron. Se trata según fuentes con acceso a la causa de un viejo celular Nokia, que no es smartphone.
El texto difundido por Sergio Maldonado y su esposa Andrea Antico, también precisó que “ni Sergio u otro familiar de Santiago fueron citados a declarar como testigos por el anterior magistrado a cargo de la causa”, en alusión al apartado juez Otranto.
“En la primera oportunidad en que se le preguntó sobre este tema, en su declaración testimonial ante el Juez Lleral de la semana pasada, Sergio refirió esa circunstancia y el Juez le requirió que en el transcurso de esta semana esos objetos personales de Santiago sean llevados al juzgado para su análisis. Este compromiso se concretará en las próximas días”, expresaron.
La polémica tuvo que ver con la especulación de que, por el vínculo de confianza que ahora parecen tener los mapuches con el juez Lleral, habían aparecido elementos que antes retenían -mochila y celular- con lo cual se impedía avanzar en la investigación. Las cosas quedaron aclaradas por la familia unas horas después.
Fuente: Clarín