La denuncia formulada por el legislador radical Ariel García, y cuya investigación inicial fue realizada por el fiscal general federal Gustavo Gómez, fue convalidada por la Sala III de la Cámara de Casación Penal de la Nación, que ordenó investigar al ex intendente de Monteros y a su esposa por lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
La sombra de la Justicia, la misma que ahora tiene detenido al ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, se yergue sobre las espaldas del propio “alperovichismo”. En este caso se trata de ex funcionarios estrechamente vinculados con el ex gobernador y actual senador por Tucumán, José Alperovich.
Sucedió que la Sala III de la Cámara de Casación Penal de la Nación ordenó avanzar con la investigación contra el ex intendente de Monteros, Alberto Olea, y su esposa, la ex diputada nacional María del Carmen Carrillo (Frente para la Victoria) por negociaciones incompatibles con la función pública, lavado de activos e enriquecimiento ilícito, mediante el uso de una empresa de fletes que pertenece al núcleo familiar.
Cabe recordar que la denuncia de estos hechos fue realizada por el legislador radical Ariel García, mientras que la investigación inicial estuvo a cargo del fiscal federal general, Gustavo Gómez, cuya tarea ahora fue convalidadad por la Cámara. Según la denuncia contra los Olea, la ex diputada nacional habría conformado una empresa fantasma SRL con la cual se pretenderían ocultar bienes personales de la denunciada y de personas vinculadas a su núcleo familiar. En 2008 se constituyó la SRL denominada Star Mont (CUIT 30-71238511-8) y cuyos socios eran Ángel Adán Luna y la ex diputada kirchnerista. Luego, de acuerdo con la denuncia que realizó el legislador Ariel García, Luna cedió sus acciones al hijo del matrimonio monterizo, Mauricio Alberto Olea. Se planteó, también, que el domicilio legal de la empresa no corresponde con el que se consignó en la AFIP.
“El domicilio legal de la SRL fue cotejado por el denunciante, dando con la novedad que en el mismo no funciona ningún tipo de empresa”, se afirmó en la denuncia. Y se precisó que pese a que se trata de una firma con un gran caudal económico, “no realiza ningún tipo de actividad comercial por la cual se encuentra inscripta”.
Maniobra ilegal
“Pese a ello, la empresa siguió creciendo en su patrimonio. De ello resulta el claro objetivo que tiene: la creación a fin de traspasar o adquirir por medio de esta bienes que indudablemente pertenecen a la diputada y a su núcleo familiar”, razonó el legislador.
En esa oportunidad, García también pidió al fiscal que investigue la relación entre la empresa familiar, la Municipalidad y una firma privada de la zona.
“Se pudo conocer a través de personas vinculadas a empresas de la ciudad de Monteros, particularmente la firma comercial Rosso Hermanos, la Municipalidad de dicha localidad realizaba la compra de materiales para la construcción de obras públicas a cargo del municipio en la mencionada firma. Ahora, como surge de la documentación que obra en dicha empresa, el pago de los materiales, servicios y demás erogaciones que implican la obra pública en Monteros, son abonadas a través de cheques correspondientes a la firma Star Mont SRL, de propiedad de la denunciada”, amplió García.
Triangulación comercial
También denunció la existencia de una presunta triangulación comercial. “Mediante una triangulación delictual necesaria por parte del esposo e intendente de la ciudad de Monteros, la señora diputada nacional, a través de la firma de su propiedad, se interesa en negociaciones con el estado municipal, utilizando fondos provenientes del plan Más Cerca y de otros subsidios provenientes del fisco nacional. Así, la Municipalidad efectúa los pagos de los diversos gastos que implican la obra pública de la ciudad de Monteros con cheques, repito, de la firma perteneciente a la diputada denunciada”, aseveró el parlamentario, que pese a la soledad en que denunció al alperovichismo, fue acusado por su propio espacio político de ser funcional al oficialismo provincial, en una maniobra que sólo tenía el fin de desprestigiarlo.
“Paladares negros” del alperovichismo
Tanto el ex intendente de Monteros, Alberto Olea, como su esposa y ex diputada nacional, María del Carmen Carrillo, podrían ser calificados, sin temor a equivocarse, como “paladares negros” del alperovichismo. Eran colaboradores directos del ex gobernador y actual senador nacional, José Alperovich, y formaban parte del círculo más estrecho, incluso de la ex senadora y actual presidente del Partido Justicialista provincial, Beatriz Rojkés de Alperovich.
La relación con la actual titular partidaria del justicialismo de María del Carmen Carrillo había surgido en la confomación de la Red de Mujeres, de la cual era referente en Monteros. Esta modalidad se aplicó a los intendentes de diversos municipios de la provincia, cuyas mujeres formaban parte de la mencionada red, que era responsabilidad de Rojkés de Alperovich. La postulación y posterior elección como diputada nacional marca el alto nivel de confianza y cercanía que tenía el matrimonio monerizo en el círculo alperovichista.