El animalito vive en la zona de la Base Naval de Mar del Plata; los marineros del remolcador lo filmaron cuando intentaba seguir a la nave.
La tripulación del remolcador ya no se sorprendía. Por eso, en medio de la maniobra hasta se pudo tomar el tiempo y filmarlo. Con el submarino en plena partida, apenas había zarpado con proa a la embocadura del puerto de Mar del Plata, el perro se zambulló y nadó a la par de la estela de agua tanto como pudo.
A comienzos de este año los marineros del remolcador no dejaron escapar la historia de este arriesgado can. En más de una oportunidad, lo vieron lanzarse desde el espigón y nadar a la par o detrás de submarinos en cada una de sus salidas. “Quiere subirse al submarino”, avisa uno de los tripulantes. “Ahora se queda llorando hasta que vuelva”, dice otro. Sin nombre conocido, lo bautizaron al paso como “el perro Comando”.
Perros, Base Naval de Mar del Plata y submarinos tienen un punto de encuentro común: Eliana Krawczyk, la que su familia bautizó como reina de los mares. En esta unidad militar marplatense se movió siempre de aquí para allá detrás de decenas de mascotas que han hecho de estos muelles su hogar permanente.