La marcha será hoy al Congreso, donde Diputados tratarán el proyecto oficial, y el viernes será el paro.
Los gremios consideran que la reforma atentaría contra el poder adquisitivo de los jubilados y manifestará su rechazo mañana con una movilización al Congreso. Elevó además el malestar sindical haber sido excluidos del debate y del diseño de la letra chica del proyecto.
La huelga sólo se desactivaría si es que el proyecto de ley que impulsa el oficialismo no prospera en Diputados.
“No vamos a aceptar ningún cálculo que atente contra el poder adquisitivo de las jubilaciones. Estamos terminantemente en contra de la reforma previsional”, dijo Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato de mando de la central peronista.
Sergio Romero, jefe de los docentes de UDA, señaló que el paro es en contra “de la política económica” del Gobierno.
El primer paro de la CGT a Macri fue el 6 de abril pasado en rechazo a la política económica y por el incumplimiento del pacto antidespidos que se había firmado con el Gobierno y las principales cámaras empresarias.
El Interbloque Cambiemos de la Cámara baja convocó para mañana, a las 14, a una sesión especial con el objetivo de tratar la reforma previsional, y también la tributaria.
La estrategia oficialista apunta a bloquear el rechazo a la iniciativa gubernamental por parte de la CGT, que había convocado a una reunión de mesa chica para mañana, y al consejo directivo para la semana que viene, para decidir una protesta mediante un paro general o o una movilización al Congreso.