Fue una batalla a cielo abierto, en plena madrugada y tuvo final trágico. Dos jóvenes murieron apuñalados frente a una vivienda donde se realizaba una fiesta. La discusión comenzó porque un grupo de muchachos quiso entrar “sin invitación”.

Por el episodio, registrado el fin de semana pasado en el barrio Savoia, en las afueras de La Plata, la justicia detuvo a una chica de 21 años embarazada de dos meses y a un hombre, aunque este último recuperó la libertad en las últimas horas.

El escenario de la pelea fue la calle frente a 7 entre 475 y 476, en el norte de la capital bonaerense, a pocos metros de la traza de la autopista que une esta ciudad con en centro de Buenos Aires. Allí cerca de las 6 del sábado Maximiliano Mengarelli y Rubén Octavo terminaron apuñalados después de una feroz pelea que se inició cuando intentaron entrar o interrumpir el festejo que había en la casa.

Laura Sosa (21), madre de una bebé y con dos meses de embarazo, quedó detenida acusada de aplicar un puñal en la espalda de Octavo, en medio de la trifulca. La chica es hija de la dueña de la propiedad. Según pudo reconstruir el fiscal Marcelo Romero, Sosa y otros familiares habían organizado una celebración que se publicó por Facebook. “No era una fiesta abierta al público. Al parecer la incluyeron en la red social para notificar a los amigos”, explicaron en la Justicia.

Pero con el paso de las horas y el creciente consumo de alcohol, la fiesta entró en zona de desborde. Más cuando llegaron Mengarelli, Octavo y otros chicos con intenciones de participar.

“No sabemos si pelearon por entrar o había algún episodio previo. Sólo podemos afirmar que la calle quedó como un campo minado de botellas de cerveza y otras bebidas, rotas y desparramadas por varios metros”, dijo a Clarín uno de los investigadores.

Familiares de las víctimas sostienen que los bailes con música y bebidas eran habituales en la casa de Sosa. Y argumentan que la invitación por el portal de vínculos era abierto al público.

Sosa fue detenida pocas horas después de la pelea a partir del aporte de testigos. Quedó alojada en la comisaría de la Mujer. Su situación procesal es “complicada” porque hay más testigos que refirieron haberla visto “apuñalar por la espalda a Octavo”.

Sin embargo, Basualdo “reconoció que estuvo en la fiesta y que le rompieron el auto”, dijo un vocero judicial, pero “aclaró que no participó de la pelea” que terminó con los dos vecinos del barrio Savoia asesinados.

En el allanamiento Romero secuestró ropas con sangre y una decena de cuchillos que estaban tirados en los alrededores de la finca. Basualdo es de la zona de 120 y 521, en Tolosa. A él le secuestraron un Fiat Uno de color celeste con los vidrios rotos.

Tras una rueda de reconocimiento en la DDI de La Plata, los testigos no identificaron a Basualdo como el agresor de Mengarelli.

El caso está calificado como “doble homicidio calificado”. Por ahora Sosa es la principal sospechosa de una de las muertes. Y la fiscalía busca datos para determinar quién fue el responsable del otro asesinato en el final de una noche de fiesta, alcohol y muerte.

fuente: clarín

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