-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con esa moto sierra? ¿Acaso lo contrató el intendente Camperito para depredar los árboles de la avenida Perón?
-No, mi estimado, no sea malo. Mire que ahora están en una tregua política los muchachos en la “Ciudad Jardín”.
-Tiene razón, pero aún no contestó porqué anda con esa motosierra. ¿De quién es?
-Me la dejó Osvaldo Jaldo, que anda podando en la Legislatura.
-¿Está haciendo de Jardinero el vicegobernador?
-¡¡¡No sea zopenco!!! Está actuando en sintonía con el pedido de Macri de disminuir personal en la Legislatura provincial.
-Ah, ahora entiendo, pero me habían dicho que era por un problema con el alperovichismo…
-Algo de eso puede haber, pero José ya buscó una solución al problema.
-¿Qué hizo?
-Se reunió con Juan Manzur y obtuvo el compromiso de que el Ministerio del Interior será el refugio de aquellos alperovichistas que no quieren cumplir las 8 horas diarias de trabajo.
-¿Usted dice que serán ñoquis?
-No, más bien serán queso rallado.
-¿Queso rallado?
-Sipi.
-¿Por qué?
-Porque estarán arriba de los ñoquis.
-Ja, ja, ja. ¡Usted no sirve, Eduard. Por eso lo quiero!
-Bueno, está bien, no se ponga mimoso…
-Pero dígame algo, ¿por qué le tiran siempre las brasas calientes al ministro Miguel Acevedo?
-Porque es un hombre de confianza de Alperovich, quien tiene línea directa con él. Ya hubo varios cortocircuitos por órdenes y contra órdenes.
-¿En serio?
-Sipi. Y este año habrá encuentros y desencuentros, tiras y aflojas…
-¿Y usted cree que se cortará la soga?
-Eso es difícil de predecir con certeza, pero creo que los peronistas saben que sólo unidos aseguran el triunfo en 2019.
-Aguarde, aún no me dio ninguna reflexión sobre la visita del Papa Francisco a Chile.
-Tiene razón. Le pido que rece por mí.
-¿Para que no se la crea?
-No para que no lo endeude más con el bar…
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!