La presencia del actual senador José Alperovich en el despacho del Gobernador Juan Manzur obedeció a la disputa política que tiene con el vicegobernador Osvaldo Jaldo. La hipótesis de la búsqueda de una foto del otrora hombre poderoso de Tucumán.
De ser tiempista a la desesperación. Esa parece ser la extraña actitud que asume en el presente el ex gobernador José Alperovich. Sucede que el actual senador siempre se caracterizó por manejar los tiempos, sus ausencias y sus presencias en la provincia para lograr los resultados políticos que tanto planificaba con su entorno obsecuente.
Sin embargo, su tiempo de descanso vacacional no tuvo el resultado de otras épocas, cuando su celular sonaba sólo para pedir instrucciones o para hacer su voluntad. Eran los tiempos en que llevaba adelante las riendas de la provincia y nada de lo que pasaba en el Gobierno le era ajeno. Era el calor del poder, aquel del que siente nostalgia cada vez más profunda.
Sin embargo, aún tiene quién lo llame. Como en el caso de aquellos “alperovichistas” que sufrieron el recorte de personal ordenado por el vicegobernador Osvaldo Jaldo, con el pretexto de cumplir con los ajustes ordenados desde el poder central por el presidente Mauricio Macri, pero que sirvieron en realidad para dar escarmiento a aquellos que aún sueñan con el regreso, cada vez menos probable, de Alperovich.
Esta actitud de Jaldo, sin embargo, no es sorprendente. Hay que tener en cuenta que no le tembló la mano para sacar a todos los “alperovichistas” de la mesa de conducción de la Cámara Legislativa. En esa movida quedaron con las ruedas para arriba el ex intendente de Alderetes, Julio Silman y el hijo del ex superministro alperovichista, Guillermo Gassenbauer.
Lo peor de esta decisión fue que los mencionados fueron reemplazados por Fernando Juri y por Antonio Ruiz Olivares, dirigentes que habían sido dejados de lado por Alperovich y cuyo protagonismo ahora le molesta.
Tras el encuentro, el ex mandatario provincial sólo se limitó a decir que había ido a visitar a Juan Manzur y, ante la requisitoria de una periodista de Radio Universidad, sobre cómo le había caído el recorte de sus seguidores en la Cámara Legislativa, respondió: “muy bien, muy bien”.
Sin embargo, el senador se apresuró a subir a las redes sociales la foto del encuentro con Manzur, quien siguió con su actitud indescifrable al señalar que “es lógico que venga a verlo al Gobernador”.
Primeramente el titular del Poder Ejecutivo, quien fue el que más habló acerca del encuentro, había señalado que luego de sus vacaciones, el senador se había reintegrado a sus funciones y analizó la agenda legislativa nacional, subrayando que había votado todo lo que se le habia pedido en la Cámara Alta.
Esas expresiones mostraron a Alperovich como un subordinado de Manzur. Cada uno representó el pasado y el presente, la continuidad y el final de un ciclo respectivamente.
De igual modo fueron las actividades posteriores. Mientras que Alperovich se retiró y ex funcionarios suyos comenzaron a subir y compartir la foto del encuentro, el gobernador Manzur se desplazó a la localidad de Medinas, en donde operarios de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) se encuentran realizando tareas de repavimentación. En el lugar, el mandatario y su comitiva fueron agasajados con un asado a la vera de la Ruta 329. En la oportunidad, Manzur destacó el beneficio que genera la obra para los habitantes de la zona, en especial para los alumnos de siete establecimientos educativos.
Juri con asistencia perfecta
Uno de los integrantes de la comitiva del gobernador Juan Manzur, es el presidente subrogante de la Legislatura, el peronista Fernando Juri. El hijo y sobrino de los ex gobernadores Amado Juri y Fernando Pedro Riera, mantiene asistencia perfecta en las recorridas diarias del mandatario, tanto en presencia como en ausencia del vicegobernador y presidente de la Cámara, Osvaldo Jaldo. Las cartas están echadas para un año que no será electoral, pero que será político, para definir los posicionamientos de cara a 2019.