Roberto Gómez tiene 39 años, es electricista y estuvo preso tres años. “El fiscal es un cómplice más de esta corrupción”, agrega.
De los seis acusados que llegaron al juicio, sólo uno está imputado por el crimen de Paulina Lebbos (23). Se trata de Roberto Luis Gómez (39) un electricista que insiste en su inocencia y denuncia que la acusación contra él está “toda armada”.
Gómez -dice- es electricista, pero entre 2007 y 2014 fue empleado de la gobernación de Tucumán.
Su nombre apareció vinculado al expediente porque, según las pericias, desde el día del crimen, hasta 2011 usó un chip de celular en el teléfono de Paulina Lebbos. Esa prueba se estableció a través del número de serie del aparato y las líneas que se usaron en él desde el 26 de febrero de 2006, cuando ocurrió el crimen.
En la acusación, a Gómez lo acusan de haber participado de la “privación ilegal de la libertad y el homicidio” de la joven estudiante de Comunicación Social.
En la acusación, la fiscalía establece que “el 26 de febrero de 2006 -el día del crimen- aproximadamente a las 6.30 de la mañana, Roberto Luis Gómez junto a otros sujetos aún no identificados por la investigación procedieron a retener contra su voluntad a Paulina Alejandra Lebbos trasladándola hacia el radio de cobertura o perímetro circundante de aproximadamente 2 km. a la redonda de Av. Independencia al 1200, continuando hacia Larrea al 400 de esta ciudad y posteriormente hacia el kilómetro. 1288 de Ruta Nacional Nº9″.
Y que “en fecha no precisada y en un lugar aún no identificado por esta investigación, uno de ustedes -por Gómez y sus presuntos cómplices- procedió a efectuar maniobras de compresión y estrangulamiento sobre el cuello de la víctima circunstancia que provocaron su muerte por asfixia, arrojando el cuerpo en la localidad de Tapia a la altura del kilómetro 2,8 de Ruta Provincial 341”. En ese punto, el 11 de marzo, encontraron el cuerpo.
Gómez estuvo detenido tres años y recuperó la libertad cuando se cumplieron los plazos de la prisión preventiva. Como llegar a juicio llevó casi 12 años, arribó a esta instancia sin estar detenido.
-¿Por qué lo acusan del homicidio de Paulina?
-Honestamente no lo sé. Esta es la oportunidad de poder demostrarle a la sociedad que soy inocente. El fiscal Diego López Ávila ha armado todo esto, hemos presentado todo para demostrar que yo no tenía nada que ver, no nos daban lugar a nada y he perdido tres años preso. Me han robado la felicidad, la vida de mis hijos. Tengo una nena de 9 años y otra de 17, que cuando estaba preso cumplió los 15 y no he podido estar con ella.
-¿Por qué cree que el fiscal López Ávila lo acusó?
-Era un cómplice más de la corrupción, ha hecho mal las cosas. Todo esto lo han armado, por miedo a perder el poder porque él era nuevo y si hacía mal las cosas lo iban a sacar, involucró a cualquiera. He tenido mala suerte de ser yo.
-¿Tiene algún vínculo con la familia Alperovich?
-Nos han vinculado con el poder y yo soy electricista, somos gente de trabajo. Que averigüen qué tengo, qué no tengo, mis ingresos. Si como dicen yo hubiera estado vinculado a semejante macana, si tanto vínculo con el poder de mi padre, que averigüen qué tengo.
-¿Conocía a Paulina? ¿Tuvo su celular?
-Nunca tuve el celular de Paulina, porque los mismos informes que ha pedido el fiscal de la titularidad de los aparatos los acerca a la víctima. Espero y tengo tranquilidad de que Dios va sacar a la luz la verdad.
Dos primeras jornadas de debate
Durante la segunda jornada del juicio por el encubrimiento y el crimen de Paulina Lebbos (23), que arrancó alrededor de las 9, leyeron las acusaciones a los seis imputados.
“Está todo armado”, dice el único acusado por el homicidio de Paulina Lebbos
Juicio por el crimen de Paulina Lebbos en Tucumán. Se espera que declaren unos 200 testigos. (Lucía Merle)
Al ex sub jefe de la policía de Tucumán, Luis Barrera; al ex jefe de la Unidad Regional Norte, Héctor Ruben Brito; Eduardo Di Lella, ex secretario de Seguridad de la gobernación de Tucumán; y a Hugo Sánchez, el ex jefe de la Policía de la provincia; los acusan de encubrimiento agravado por ser cometido por funcionarios públicos, abuso de autoridad, coacción o amenazas y falsificación ideológica de instrumento público. Al ex policía, Hugo Waldino Rodríguez, de partícipe necesario en el encubrimiento.
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Roberto Luis Gómez, imputado como coautor “penalmente responsable del delito de privación ilegítima de la libertad seguida de homicidio”.
Ayer, durante el primer día del juicio, las defensas presentaron cuestionamientos, peticiones de nulidad y hasta solicitudes de recusación al secretario y el sub secretario del Tribunal, entre otras medidas dilatorias para postergar el arranque del juicio. Por eso aún no han declarado ni los acusados ni los testigos.
Por la tarde, después de ocho horas de audiencia, resolvieron rechazar los 8 pedidos de las defensas, incluida la solicitud de realizar una investigación complementaria de las transcripciones de correos electrónicos y llamadas telefónicas en las que -según el abogado defensor de Di Lella- un Comisario de la Policía de Tucumán (que está citado como testigo y que complica a sus superiores por el encubrimiento) habla del caso con el ex gobernador José Alperovich y su mujer, Beatriz Rojkes. Al menos hasta que puedan probar el origen de esa supuesta prueba, no será tenida en cuenta.
Paulina Lebbos había ido a bailar con su amiga Virginia Mercado a un boliche del centro de San Miguel de Tucumán para festejar que habían aprobado un examen de la carrera de Comunicación Social en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán.
El 26 de febrero a las 6.30 se tomaron un remís para regresar, Virginia bajó en la suya y Paulina seguiría hasta lo de su novio, y padre de su hija (que hoy tiene 17 años), César Soto. Pero nunca llegó. Su cuerpo apareció el 11 de marzo al costado de la Ruta 341.
El caso de Paulina Lebbos es comparado con el de María Soledad Morales en Catamarca, porque sospechan de la participación de “Los hijos del poder” en el homicidio.
fuente. clarín