Los animales sólo dejaron la cabeza y algo de carne de la víctima, que estaba armada con un fusil de cacería utilizado para matar rinocerontes y se encontraba cerca del Parque Nacional Kruger. La cacería furtiva es un problema grave en el país y sólo en 2017 más de un millar de estos animales fueron masacrados por sus cuernos