Los operadores esperan señales del Gobierno sobre si quiere un dólar de $20 o más alto. La intervención del Nación.

Un día clave para el dólar después de los feriados de Carnaval: hoy se sabrá quién manda en lo que respecta a si el Gobierno quiere un dólar de entorno de $20 o el mercado aspira a otro de $21 o más.

Habrá que seguir de cerca la rueda después que el viernes el Banco Nación intervino en forma decidida poniendo sobre la mesa US$ 400 millones en el intento de calmar las aguas, en un contexto de incertidumbre caracterizado por la suba de la tasa de interés en EE.UU y la sensación de que en la Bolsa de Nueva York había una burbuja en el precio de las acciones de muchas compañías que empezó a “pincharse”.

La Bolsa de Wall Street cae 10% desde el 28 de enero y para muchos analistas es sólo el comienzo de lo que podría sobrevenir si la tasa del bono del Tesoro (verdadero refugio de los capitales del mundo en tiempos de incertidumbre) superase el 3% anual. Quedó en 2,84% anual ayer pero los analistas decían “hoy el humor de los mercados está del lado del temor”.

La frase corresponde a una muy difundida entre los operadores sobre que los inversiones se mueven “entre la avaricia y el pánico”. Cuando domina la avaricia sobrevienen las compras y el espíritu de ganancia. Cuando llega el temor se refugian en los bonos del Tesoro de los EE.UU en lo que se conoce como “el vuelo del dinero hacia la calidad”.

Afuera hay temor,¿ y acá, en la Argentina?.

La característica de jornada clave es porque el viernes el dólar mayorista cerró en $20, igual que el jueves, después de la venta de US$ 400 millones, y hoy está la expectativa de que el Banco Central podría anunciar una baja de la tasa del corredor de los pases que está en 27,25% anual.

Más allá de la posible baja de las tasa que disponga el Central, el mercado cambiario jugará antes su partido y lo que los operadores esperan es señales sobre si la Casa Rosada quiere un dólar en torno de $20 para tranquilizar los ánimos frente a la marcha del 21 de febrero que convoca el camionero Hugo Moyano y el comienzo de las negociaciones paritarias para definir los aumentos salariales para el año. Los empresarios quieren saber si Mauricio Macri le ganará o no a Hugo Moyano.

El Gobierno realizó, la semana pasada, una ronda de consultas con un grupo selecto de economistas a los que les preguntaron su visión sobre el nivel del dólar. Uno de los profesionales externos más respetados por la Casa Rosada fue categórico: “si intervienen para frenar el dólar, intervengan con potencia y que baje unos cuantos centavos, que el mercado perciba que puede perder”.

¿Volverá a poner el Nación otros US$ 400 millones si el dólar llegase a subir?. En el Gobierno no adelantan respuestas pero evalúan que una posible suba del dólar depende mucho en estos días de lo que pueda pasar con la tasa de interés en EE.UU.

La Casa Rosada confía en dos argumentos contundentes en favor del poder de fuego para evitar movimientos bruscos en el mercado cambiario: las reservas del Banco Central están en US$ 62.000 millones y el Tesoro ya juntó unos US$ 12.500 millones de los US$ 30.000 millones que necesita para cubrir el déficit fiscal de este año.

En la Casa Rosada aseguran que el ministro de Finanzas Luis Caputo merecería un monumento por haber adelantado la colocación de bonos por US$ 9.000 millones en la primer semana de enero antes del derrumbe del Wall Street. Y creen que ahora pueden esperar entre tres y cuatro meses para volver a salir a los mercados en el caso de que el tembladeral accionario y la suba de tasas afuera se lleguen a prolongar.

Además, en la visión oficial, el tipo de cambio real de hoy está casi al nivel del 17 de diciembre de 2015, que fue el pico que marcó a la salida del cepo cambiario del kirchnerismo. Si ese punto de vista se impone, tal vez, el dólar de $20 pueda ganar espacio y la tasa de interés, también serenidad.

“A fin del año pasado la tasa de interés real (tasa contra inflación) estaba en 9 puntos, ahora está en 5 puntos y a eso el mercado lo siente. De hecho es uno de los argumentos que justifica que en enero seguíamos creciendo al 3% anual” comentaba un alto funcionario, más preocupado por la tendencia cíclica del dólar a atrasarse que por lo que pueda llegar a subir en el corto plazo.

Entre la suba de las tarifas de gas y luz y el derrame del aumento del dólar sobre los precios, la inflación de enero habría rondado el 2% y le abriría la puerta a un número mayor para febrero. Con ese panorama ya es muy difícil que el Gobierno pueda dejar de lado algún tipo de cláusula gatillo en las negociaciones salariales. Pero sí aspira a que sean por ramas y con aumentos diferenciados en función de cómo sea el resultado económico de cada actividad.

Mientras tanto, en el mercado financiero destacan un informe del banco estadounidense Morgan Stanley que augura un recorrido alcista de 33% en las acciones de algunos bancos grandes y empresas de energía de la Argentina.

Según ese extenso y completo informe el mercado local podría quedar al margen de los sinsabores del internacional. Toda una apuesta para días de tensión y en los que se definirá quién domina por estas pampas.

fuente: clarín

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