-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace rodeado de banderas blancas, piedras para afilar y afiches de Cambiemos? Esta vez si que no entiendo nada.
-No me extraña, mi estimado, la mayoría de las veces usted no entiende nada…
-Téngame paciencia Eduard, si me quiere sacar bueno al final.
-Está bien. Le estoy por contar chismes de una y otra orilla…
-¿Me está por hablar del cuento “Las dos orillas”, del escritor mexicano Carlos Fuentes?
-¡¡¡No sea zopenco!!! ¿Acaso me vio cara de profesor de Literatura? Acá sólo le hablo de política.
-Bueno, cuénteme qué significan esas banderas blancas que lo rodean.
-Representan la paz en el oficialismo provincial.
-¿De qué paz me habla? Jaldo y Alperovich se están dando con todo…
-No, mi estimado. Los “alperovichistas” entendieron que no pueden contra el ex bigotudo.
-¿En serio?
-Sipi. Para mi que hay alguna encuesta dando vueltas por ahí.
-Pero ¿será verdad que están en paz?
-¡Usted es muy iluso! Por eso tengo las piedras de afilar. Los muchachos le sacan filo a los puñales y quieren hacer ahora que Jaldo se pelee de Juan.
-¿Y lo lograrán?
-No creo. Para mi Alperovich es el que se cae de la foto.
-Muy bien. ¿Y esos afiches de Cambiemos con la imagen de Silvita?
-Ya se largó la pelea por los posicionamientos para 2019, mi amigo.
-¿Está apurada la senadora?
-No, más bien diría que fue una reacción ante la postulación de José “Coreanito” Cano.
-Huy, esto se está poniendo picante…
-Sipi. Y no se olvide de Prat Gay.
-Más entretenida estará la cosa en Cambiemos…
-Seguro y, como siempre, me alquilaré una platea para observar todo. Pero mientras tanto tome, le regalo una de estas banderas.
-¿Para qué, Eduard?
-Para que hagamos la paz y no la guerra.
-¿Y por qué haríamos la guerra mi querido amigo rosarino?
-Porque allá viene el mozo con la cuenta para usted de lo que consumí toda la mañana.
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!