“Es todo una mentira. No tengo nada que ver con la muerte de esos policías. Hay todo un complot para perjudicarme a mí y a mi familia”, habría asegurado Máxímo Abraham, el joven acusado de haber acabado con la vida de los policías Sergio Páez González y Cristian Peralta en el parque 9 de Julio, cuando se sentó al frente de la fiscala Adriana Reinoso Cuello.

El joven fue detenido el jueves a la madrugada en El Manantial. Por cuestiones de seguridad, pasó la noche en una oficina de la división Homicidios y no en un calabozo. Cerca del mediodía, fue traslado a tribunales para que declarara. “No fui yo. No tengo nada que ver”, habría indicado en más de una oportunidad el imputado por doble homicidio que permanecerá en un calabozo al menos 10 días hábiles, tiempo en el que se resolverá si se le dicta o no la prisión preventiva.

“Maxi”, como es conocido por sus allegados, dio a entender que quieren implicarlo por cuestiones de negocios. Habría denunciado que desconocidos quieren perjudicarlo para quedarse con los hoteles alojamiento que heredó hace muy poco tiempo.

“El lunes por la noche no estuve en el parque 9 de Julio, sino en el Aguilares, donde fui a vender la camioneta que sí es una Hilux blanca, pero no es la que se ve en el hecho. Voy a demostrar mi inocencia. No asesiné a los policías como quieren hacer creer”, declaró el joven que es defendid por Ricardo Fanlo.

Dos camionetas de alta gama fueron la punta del ovillo para detener a Abraham. Ahora la Justicia deberá investigar si dos empresarios lo ayudaron a que se mantuviera prófugo. Él, según confió una fuente judicial, negó esa versión.

Todo comenzó con un dato que recibieron los investigadores. En medio de la pesquisa surgieron indicios de que el sospechoso podría haber utilizado dos Toyota SW4 (una gris y otra celeste ploteada con el logo de su empresa) para trasladarse de un lado a otro en los días que se mantuvo prófugo.

La Policía recibió información que, luego de cometer el crimen, viajó a Aguilares en la Hilux blanca que habría manejado el martes a la madrugada, día en el que se cometió el crimen. De allí, según se cree, se trasladó a Catamarca y a La Rioja donde estuvo varios días. “En estos momentos tenemos personal buscando pruebas que nos confirmen esta hipótesis”, comentó Miguel Gómez, secretario de Seguridad.

Los hombres de Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib y Daniel Bernachi, creen que Abraham regresó a la provincia para continuar con su plan. Los informes que recibieron daban cuenta que habría decidido volver para intentar vender uno de los hoteles alojamiento de su propiedad. Con ese dinero, de acuerdo a la versión oficial, habría pensado huir a Buenos Aires y de allí, al exterior.

Con esa información realizaron tareas de vigilancias en escribanías de Barrio Sur, en viviendas de familiares del sospechoso y del empresario que podría haber colaborado con “Maxi”.

Hubo policías de civil apostados en la zona de El Manantial, Villa 9 de Julio y varios countries de Yerba Buena. También se siguió los pasos Darío Correa, el vendedor de vehículos que le compró la Hilux blanca a Abraham y cuya suerte procesal se definirá en las próximas horas, ya que también está sospechado de haber colaborado en su fuga.

El final

El miércoles por la noche los pesquisas cotejaron varios datos y, con el conocimiento de la fiscala, confirmaron que podría estar en El Manantial, pero no supieron la dirección exacta, sino cuatro o cinco puntos. “Es cierto que conseguimos un dato clave, pero no puedo decir con exactitud quién lo encontró, sí que fue un trabajo realizado en conjunto por toda la fuerza durante varios días”, dijo José Díaz, jefe de Policía al ser interrogado si él fue quien arrestó a Abraham. “Lo único que sí me gustaría aclarar es que no participaron, por una situación lógica, los compañeros de las víctimas”, destacó.

Un grupo reducido de uniformados se instalaron en puntos estratégicos para tratar de ubicarlo. Al acusado lo encontraron en la vía pública y lo detuvieron. “No opuso resistencia. No estaba armado y se le encontró marihuana en su poder. Tampoco tenía celular, algo que veníamos sospechando”, indicó.

Comments

Comentarios