El Presidente se metió en la polémica por el canje de pasajes para enviar un mensaje hacia la interna de Cambiemos.
Las polémicas por los montos extra que se pagan para abultar las dietas de diputados y senadores vienen de lejos. En marzo de 2002, con el país aún al borde del incendio, el Senado exploró una solución. Pero la reforma derivó en escándalo cuando un informe de Clarín reveló que el ítem a eliminar (gastos de automotor) era reintegrado íntegramente por otra vía (desarraigo). La resolución llevaba la firma del duhaldista Juan Carlos Maqueda, entonces titular de la Cámara alta y ahora juez de la Corte.
En Diputados, el macrista Emilio Monzó intenta desde hace meses limitar el reparto de pasajes. Los principales bloques -tanto oficialistas como opositores- le torcieron el brazo y el titular de la Cámara debió dar marcha atrás. Con todo, el canje de tramos aéreos y terrestres no utilizados (hasta 20 por mes, en cada caso), por efectivo, nunca fue puesto en cuestionamiento. Al punto que los montos se duplicaron en junio de 2017. Por esa vía, los sobresueldos pueden alcanzar a 40 mil pesos, es decir el 43% del haber mensual de un legislador, que promedia los 93 mil pesos en mano.
Un estudio de la Fundación Directorio Legislativo indica que Elisa Carrió, socia estratégica de Mauricio Macri, fue quien más jugo le sacó en los últimos años. Quedó al frente del ranking en 2017, junto al sindicalista peronista Alberto Roberti: sumaron un adicional por canje de 355 mil pesos. En 2015 y 2016, la diputada de la Coalición Cívica había figurado en el “top five”, que en el primer caso encabezó el kirchnerista Héctor Recalde y en el restante Carlos “Cuto” Moreno, otro ultra K.
El río revuelto que provocó la difusión del informe intentó ser aprovechado por un pescador de centroderecha, Fernando Iglesias, y por otro de izquierda, Néstor Pitrola. El nuevo diputado del PRO dejó expuesta a su antigua jefa política, al anunciar públicamente su decisión de renunciar al canje de pasajes. El referente del Partido Obrero echó a rodar la versión de un supuesto diálogo en el que Carrió le explicaba que necesitaba recurrir al sobresueldo porque “no le alcanzaba para pagar la tarjeta de crédito”.
Lo cierto es que, según el relevamiento de Directorio Legislativo, ninguna bancada quedó exenta de meter mano en los pasajes como fuente de financiamiento. “Son sólo 4 de los 257 diputados los que durante todo 2017 no canjearon pasajes en dinero en efectivo”, afirma el estudio. Y enumera a los autoexcluidos: Nathalia González Saligra (PTS-provincia de Buenos Aires), Daniel Kornenberg (UCR-La Pampa), Orieta Vera González (Coalición Cívica-Catamarca) y Sergio Wisky (PRO-Río Negro).
Con todo, el Presidente también quiso montarse en la polémica para cobrarse una cuenta pendiente. Al censurar el canje de pasajes por efectivo , definiéndolo como “querer disfrazar algo de otra cosa”, envió por elevación un mensaje contra Monzó, Carrió y el resto de los referentes parlamentarios de Cambiemos que suelen reclamar el manejo de una estrategia autónoma. El núcleo que también integran los diputados, Mario Negri (UCR) y Nicolás Massot (PRO) es conocido en la interna oficialista como “Los Orcos”, en alusión al grupo de El Señor de los Anillos reconocido por su astucia y que opera en la oscuridad (los diputados trasnochan). De allí salieron críticas a los ministros que “tropezaron” este verano.
En el Senado, donde Macri tiene mayor control, la vicepresidenta Gabriela Michetti también viene prometiendo limitar los canjes. Pero paga el triple que en Diputados: 3440 pesos por cada tramo aéreo.