La B Nacional se transformó en el torneo más apasionante de Argentina a partir de la irregularidad de sus protagonistas. Con cinco vacantes disponibles para el descenso y nueve puestos que permitirán soñar con el ascenso, no hay nada definido.
A rigor de la verdad, sólo una cosa se sabe en la segunda categoría del país a tres fechas del final: Deportivo Riestra volverá a jugar en la B Metropolitana la próxima temporada, teniendo en cuenta que sufrió la quita de diez puntos antes del inicio del torneo por los incidentes que protagonizaron integrantes de la institución en la final del reducido del año pasado.
A partir de allí, hasta el equipo más comprometido con los promedios hoy en día –Flandria– tiene chances matemáticas de ingresar al reducido para pelear por el boleto a la máxima categoría y equipos que están con posibilidades de acceder al ascenso directo –Agropecuario– podrían descender si los resultados le son completamente adversos.
LA PELEA POR EL ASCENSO DIRECTO
Sólo un equipo ascenderá a primera división de manera directa. Actualmente Aldosivi lidera con 37 puntos una tabla de posiciones que a lo largo de las fechas también fue propiedad de Agropecuario y Atlético de Rafaela.
Quedan tres fechas y diez equipos todavía sostienen las chances numéricas de apropiarse del primer puesto de la tabla. De los 11 ubicados primeros, sólo Juventus Unida de Gualeguaychú ya no puede soñar con el ascenso directo porque todavía debe quedar libre en una jornada y eso le impediría recortar los siete puntos que lo separan de la cima.
Actualmente, la pelea tiene como protagonistas principales al Tiburón de Mar del Plata (37), San Martín de Tucumán (35) y Almagro (34).
Un ejemplo claro de lo que sucede puede graficarse con lo ocurrido en Rafaela, que ostentaba un andar cada vez más firme rumbo a la máxima categoría, hilvanó una racha de seis partidos consecutivos sin triunfos, cayó de la primera hasta la quinta colocación y la dirigencia decidió echar al entrenador Lucas Bovaglio.
EL REDUCIDO, LA OPORTUNIDAD DE SOÑAR
Rafaela lideró buena parte del torneo, pero se cayó y ahora pelea por entrar al reducido (Télam)
Del segundo al noveno puesto de la tabla se disputará un reducido por el segundo ascenso a primera. Salvo Santamarina de Tandil, Boca Unidos y el descendido Riestra, los restantes 22 equipos podrían llegar a ser parte de los playoffs por el boleto restante a la máxima categoría.
Actualmente, San Martín de Tucumán (35), Almagro (34), Sarmiento (33), Rafaela (32), Gimnasia de Jujuy (31), Agropecuario (31), Villa Dálmine (30) e Instituto (30) son los que lo disputarían.
En este caso, Aldosivi puede ostentar que ya aseguró su sitio al menos en el reducido como una de las pocas confirmaciones que existen en el certamen, pero su escolta San Martín no.
EL DESCENSO
Quilmes, hoy en zona de descenso a la B Metropolitana, ayer le ganó a Moroón un duelo clave (Télam)
La pelea por los cinco sitios vacantes para descender a la tercera categoría tiene la misma tonalidad que todas las luchas mencionadas anteriormente: todavía no hay definiciones y las tendencias pueden cambiar con una cadena de resultados.
Actualmente, Flandria es el equipo más complicado y perderían la categoría con él Estudiantes de San Luis, Boca Unidos, All Boys y Quilmes.
La particularidad en esta zona radica en que más allá de los actuales implicados y los restantes comprometidos, existen posibilidades que hasta Agropecuario (7° en la tabla) pierda la categoría a pesar de que a tres fechas del cierre del torneo irrumpe en la escena como un potencial candidato a obtener el ascenso directo por lo hecho en la primera parte del semestre.
Claro que para eso suceda debería darse un escenario catastrófico para los de Carlos Casares, pero bien marca la paridad que existe en la B Nacional. Este escenario se da a partir de que este equipo divide por menos temporadas que buena parte de los restantes de la categoría.
fuente.prensalibreonline