-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace metido en ese box de uno por uno? ¿Quiere estar aislado del mundo acá en el bar?
-No, mi estimado amigo. Estoy por poner una inmobiliaria.
-¿En serio?
-Sipi.
-Pero, ¿no le parece muy chico el local?
-No. El concejal Macome dijo que atendía en un local pequeño y era él sólo la inmobiliaria…
-¿El de Yerba Buena?
-Sipi, quien tenía la pequeña incompatibilidad de ser además presidente de la Comisión de Obras Públicas en el Concejo de Yerba Buena.
-¡¡¡Usted no sirve, Eduard!!!
-Se agradece mi estimado amigo.
-Dígame entonces, ¿ya vendió o alquiló alguna propiedad?
-No, mi estimado. Recién me armaron este box los muchachos, pero hay algunos que quieren alquilar candidaturas y posicionamientos.
-¿Políticos?
-Sipi. Y en algunos casos, es muy “colorao”.
-¿Usted se refiere al cartel de salutación por el Día del Trabajador del “Colorao” Amaya?
-Ah, bueno. ¡Hoy estamos rápidos!
-Gracias, maestro…
-Lo hizo bajo la consigna: “Renace la esperanza”.
-¿Qué esperanza?
-La de hacer pata ancha en Cambiemos.
-¿Y le alcanzará con los afiches?
-No sé. Cuando fue intendente dejó todo el armado en manos de Alfaro y así le fue…
-¿Por qué?
-Porque no creó espacios de amayismo puro.
-¿Y cómo hará para recuperar espacios?
-Tendrá que buscar aliados.
-¿Será José Cano?
-No, dicen que a Amaya le caen pesados los coreanitos al horno.
-¿Entonces?
-Dicen que se aliará con otra que apeló a los afiches para decir que es buenita.
-¿Silvia?
-Como dicen ustedes los tucumanos: -vo vé.
-¿Quiere un cafecito?
-Ya tomé dos en lo que va de la mañana.
-Me imagino que a nombre de la inmobiliaria…
-¿Para qué está entonces su cuenta corriente?
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!