Cotiza con un alza de 20 centavos, en $ 23,10 en promedio en los principales bancos.
Luego del anuncio de las negociaciones con el FMI, que enfriaron un poco la suba del dólar el martes, la divisa volvía a subir y cotizaba con un alza de 20 centavos, en torno a los $ 23,10
Se vendía a $ 23 en el Nación, $ 23,19 en el Francés, $ 22,90 en el Provincia y $ 23,10 en el Galicia.
El martes, una rueda que había arrancado con otra marcada devaluación del peso terminó en una pérdida algo menor, a $ 22,90. De todas formas, implicó una suba de 57 centavos respecto al cierre previo, en medio de una rueda con un pico de $ 23,70 cuando se anunciaron las negociaciones con el FMI.
Poco después de que hablara el ministro Nicolás Dujovne, el dólar volvió a empinarse. En ese momento, cerca de una hora antes del cierre, el Banco Central desempolvó la última herramienta que no había usado hasta ahora para intervenir en el mercado cambiario: vendió contratos a futuro (fin de mayo) por el equivalente a US$ 190 millones para descomprimir la escalada.
Eso volvió a derrumbar el precio del contado, que terminó en $ 22,90. Además, el BCRA vendió Lebacs en los plazos de junio a septiembre, a tasas del 40%.
Por otra parte, la sangría en el mercado bursátil, con otra profunda caída de las acciones, es otra señal de la desconfianza que se instaló en el mercado financiero en general. Ocurre que el brusco cambio en el horizonte de la economía parece preanunciar una fuerte retracción de la actividad económica y, por añadidura, mayores dificultades para que las empresas puedan tomar fondos a tasas razonables para financiarse.
Así, el martes las acciones argentinas en Wall Street cayeron hasta casi 12%. La fuerte baja de los ADRs fue liderada por Banco Macro, que retrocedió 11,3%, seguido por Telecom (-8,9%); Galicia (-7,8%); IRSA (-7,8%); y Pampa Energía (-6,8%).
Por su parte, el Central decidió mantener -como se esperaba- en 40% la tasa de política monetaria. En un extenso comunicado, el comité de política monetaria explicó que la entidad “reafirma su régimen monetario basado en el uso de la tasa de interés como instrumento, (…) con intervenciones excepcionales en el mercado de cambios cuando existan dinámicas disruptivas que puedan alterar la desinflación”