Los hechos que se ventilan en el juicio por las irregularidades en la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU), siguen vinculando al ex gobernador José Alperovich. Esta vez se trata de un spot publicitario para la campaña, que también incluye las imágenes del ex mandatario quien aparece junto a Miguel Brito. Lo pagó un contratista que fue obligado para acelerar pagos adeudados.
De pelicula. José Alperovich sonríe sin bigotes. A su lado esboza una sonrisa el ex titular de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU), Miguel Brito. No se trata de una fotografía familiar, sino de un spot de campaña electoral. ¿Cuál es la noticia? Que en el marco del juicio que se le sigue a Brito por irregularidades cometidas durante su gestión, se dio a conocer que uno de los proveedores de la DAU, Christian Edgardo Jugo, tuvo que pagar la mencionada propaganda política a cambio de agilizar los pagos pendientes. Ante el tribunal, Jugo aseveró que tenía dificultades para obtener los pagos. Por ello, declaró, gestionó una audiencia con Brito (está acusado de presunto fraude al Estado y de supuestos negocios incompatibles con su cargo). “Me dijo que me despreocupara, que apoyara a la gestión y que me dirigiera directamente a (el empleado de la DAU, Alberto) Vidal, que este me iba a decir qué tenía que hacer. Yo salí contento de esa reunión; pensé que me iban a abonar lo que me adeudaban”, remarcó Jugo.
Un llamado de Brito
Añadió que poco después recibió un llamado telefónico desde la sede de la DAU. “Cuando atendí, era el señor Brito. Él me dijo que me comunicara con Vidal”, describió. “Vidal me dijo que él trabajaba con gente del poder, que me iba a dar una mano, pero que pagara el spot (de campaña). Según él, con eso me iban a acelerar los pagos y me iban a dar más trabajo”, manifestó el testigo.
El contratista explicó que una secretaria de la repartición le entregó un CD. “Era una cajita que decía ‘spot publicitario’. Tardé un par de días en llevarlo a Canal 10 porque no tenía el dinero para pagarla”, indicó Jugo.
Recordó que el costo por ese espacio fue de $12.000 y que, por consejo de su contador, utilizó el nombre de su esposa en la factura.
Así, luego de algunos trámites, abonó parte en efectivo y parte en un cheque, a nombre de su hermano. “Hasta el día de hoy no lo puedo terminar de pagar y tenemos un juicio por este tema”, expresó.
La situación no sólo complica al ex funcionario, sino también deja “pegado” al propio gobernador, que en su campaña de reelección, con el renovado look antes mencionado, iba camino a un nuevo mandato.
El alperovichismo no puede permanecer ajeno a la libertad con la que se manejó Brito para las adjudicaciones, sobreprecios e incluso para las obras realizadas en la casa de una de las hijas del ex mandatario y actual senador, que fueron cobradas por el arquitecto responsable a través de la DAU, según la denuncia formulada por los entonces legisladores provinciales, Ariel García y Silvia Elías de Pérez.
“Cada testimonio demuestra la impunidad con la que se manejaron”
Fueron las expresiones del legislador radical Ariel García, quien es uno de los denunciantes de la llamada Causa DAU, por la cual se está juzgando a su ex titular, Miguel Brito.
“El alperovichismo no daba explicaciones de ningún acto de Gobierno sospechado de corrupción. Desde la Legislatura le reclamábamos informes a él y sus funcionarios, pero sistemáticamente y amparados en la mayoría automática, se negaban a dar explicaciones”, sostuvo el actual vicepresidente segundo de la Cámara.
“A medida que siga avanzando el juicio, se determinará la veracidad de las acusaciones que realizamos en tiempos en que el alperovichismo era poderoso”, subrayó García.
“Este legislador cumplió con el rol que le dio la sociedad de hacer oposición y controlar la gestión de Gobierno. El tiempo me dio la razón”, expresó para finalizar.