Uno de los canes que suele vagar por la calle, ante la desidia de la gente y de algún dueño que ya se olvidó de él, dio la nota al ser retirado de la Catedral en pleno Tedeum y ante la mirada del gobernador Juan Manzur.
La presencia del can fue advertida en momentos en que se desarrollaba la solemne ceremonia en la Catedral. Algunos funcionarios no pudieron disimular sonrisas ante tan insólita aparición, pero uno de los colaboradores reaccionó a tiempo y retiró al perrito, que no opuso resistencia. El hombre se cuidó de sacarlo de la mejor manera posible, quizás para no granjearse la enemistad de las cadenas mascoteras que operan en la provincia. Las acciones continuaron, como si nada hubiera pasado, pero la escena fue captada y circuló en las redes sociales.